Tentando a la suerte

Por Javier Herrero1 min

El partido fue tan épico en Old Trafford como se esperaba entre dos equipos que ofrecieron un espectáculo impresionante, lleno de goles y emoción... aunque con defensas bastante pésimas, también es cierto. El Madrid encarriló el partido en los compases iniciales de la primera mitad, gracias a un tanto fulgurante de Ronaldo, que se erigió en una de las figuras. Un gol que sentó como un jarro de agua fría a los ingleses, y que también dio alas a los de Del Bosque, muy a gusto con el partido. El Madrid controlaba el esférico, aunque quizá, le faltaba algo más de profundidad. Instantes antes del descanso, Van Nistelrooy conseguía el primer empate, un resultado un tanto engañoso: si bien parecía que los españoles lo tenían todo controlado, aún quedaba un mundo por delante. En la segunda mitad el encuentro enloqueció. Primero, Ronaldo hacía a placer el segundo tanto merengue. Pero inmediatamente, Helguera marcaba en propia puerta. Pero Ronaldo insistió y, con un precioso disparo, consiguió el triplete. El encuentro parecía, entonces, visto para sentencia. Además, el brasileño salió ovacionado del Teatro de los Sueños. Pero Beckham, que no había salido en el once titular, transformó de forma espléndida un libre directo, y más tarde, en un barullo, empujó a la red el cuarto gol de los diablos rojos. Quedaba poco tiempo, pero tal y como estaba el partido, todo podía ocurrir. Los de Sir Alex Ferguson pudieron haber marcado un quinto tanto, pero ahí apareció Casillas, inmenso durante todo el partido... a pesar de los goles encajados. Finalmente, el marcador se mantuvo y el Madrid pasó a semifinales dando una inmejorable imagen en ataque. Demostrando también que le cuesta defender, pero sabiendo que muy pocos equipos le pueden ganar si le juegan de tú a tú. El Manchester lo intentó y salió orgulloso, pero no pudo: Ahora espera el Juventus.