Oporto, 'rey' de Europa

Por Maite Estremera2 min

El Oporto ganó la segunda Copa de Europa de su historia contra el Mónaco. Los portugueses, que la temporada pasada ya se alzaron con la Copa de la UEFA, hicieron valer su mayor oficio conta un Mónaco que quería ganar un título -ya perdió la liga francesa- y salió con ganas, pero acabó por pagar la mala fortuna frente a la portería y la pérdida por lesión de su capitán, Ludovic Giuly, en los primeros minutos. La eficacia del Oporto -tres únicos disparos entre los palos: tres goles- privó a los de Didier Deschamps de la que hubiese sido su primera Copa de Europa. Suficiente para que los hombres de José Mourinho se alzasen con el título de campeones. Ambos finalistas salieron con ganas de hacerse con el título europeo. Por una parte un Mónaco animado que, trataba de presionar y robar balones para sorprender a los dragones. Enfrente, un Oporto más serio y bien situado, tratando de cerrar todos los espacios para no dejar progresar a los monegascos. Las primeras oportunidades llegaron de la mano del conjunto galo: el francés Giuly se quedó frente al portero Vítor Baía y trató de ganarle en el mano a mano, pero el luso se hizo con el balón. El Mónaco tuvo oportunidades pero no las supo finalizar, ya que una y otra vez se topaba con la defensa portuguesa, muy segura, comandada por Ricardo Carvalho. El Oporto, en una de sus escasas llegadas al área rival, consiguió el gol que abría el marcador. Carlos Alberto enganchó un balón suelto por él área tras el despeje defectuoso de un defensa. El Mónaco no perdió la esperanza de remontar, pero el Oporto se había hecho con el control del partido y jugó a merced de los espacios que le dejó el conjunto de José Mourinho, ninguno en las proximidades del área. El Oporto aprovechó para sacar a relucir el contragolpe con los ataques del conjunto de Deschamps; tras una flagrante falta a Fernando Morientes, que el árbitro Kim Milton no vio, se lanzó a la contra subiendo al marcador su segundo tanto. Deco no desaprovechó la ocasión y, con un remate de clase, dejaba a su equipo cada vez más cerca del título. Gracias a otro contragolpe, esta vez de Derlei, el Oporto sentenció el partido. El brasileño dio el pase que dejó solo a Dimitri Alenitchev; el ruso remató a la red sin que Flavio Roma ni su equipo pudieran hacer ya mucho más. El Oporto no era el favorito, pero es el nuevo campeón de Europa.