Madrid reina en Europa

Por Jaime Palacios2 min

El próximo 24 de mayo Madrid se trasladará a Lisboa siendo, durante 90 minutos, la capital del fútbol mundial. La anhelada final española por fin se hizo realidad, pero se coló un invitado inesperado, el Atlético de Madrid, que sustituyo al Barça para ofrecer al mundo del balompié mundial el derbi más emocionante de la historia. El agua de la diosa Cibeles apagó el incendio forestal de Múnich. Con una exhibición propia de la dorada era de Di Stéfano el Madrid vapuleó al anhelante Bayern del filósofo Guardiola. Fue el propio técnico catalán quién, años atrás, a fuerza de avasallar con aquel gran Barça al equipo blanco, hizo temblar los pilares de mármol de la ‘Casa Blanca’. En aquellas horas oscuras, el Madrid contrató al camaleónico Mourinho para recuperar la honra perdida, sepultada a base del toque y la posesión que venían desde ‘Can Barça’. El irreverente portugués implantó en el nueve veces rey de Europa la técnica del contragolpe, del martillo pilón, de la autopista y el gol relampagueante. No desaprovechó Ancelotti la herencia del contraataque de Mourinho, a la que sumó una segunda punta de lanza: Gareth Bale. Entre el humo de los árboles alemanes el Madrid vio ayer el reflejo de lo que antaño fue su pesadilla, la imitación del Barça de Guardiola solo que esta vez en versión alemana. Y mientras el Bayern empezaba a tocar y a tocar, siguiendo las directrices del estratega catalán, el Madrid utilizó el antídoto que tantas veces sacó para desactivar al Barça en los últimos años, ese contragolpe que lleva inculcado en su ADN italoportugés. El resultado fue admirable: la Bestia Negra acabó humillada, Guardiola vio su estilo finalmente dinamitado y la Copa de Europa suspiró emocionada, pues su más fiel amante viene a buscarla. Mientras, al norte de Europa, cruzando el gélido Canal de la Mancha, a orillas del lúgubre Támesis, el propio Mourinho, primer artífice del contragolpe madridista, sufrió el terrible descarrilamiento de su Chelsea, avasallado ante el poderío del Atlético de Madrid. 40 años después de aquella final en Bruselas, volverá el equipo rojiblanco a disputar el partido más importante de Europa. Impulsados por el espíritu de Aragonés y la genial lectura táctica del Cholo Simeone, el Atlético rememoró su pasado más glorioso para borrar a los londinenses del mapa. El fútbol es un deporte que no distingue de edades, sino de sentimientos y emociones. Lloraron de alegría jóvenes y viejos, padres e hijos y abuelos y nietos, viendo como su rojiblanco equipo les mostraba el camino hacia su primera Copa de Europa. Con la Liga prácticamente sentenciada el Atlético fija su insaciable mirada en el máximo título continental, para transformar el lema de “partido a partido”, en el de “título a título”. Un doblete que ningún colchonero se imaginaba ni en sus sueños más placenteros podrá ser lo que les aguarde tras el cercano horizonte. Lisboa dictará sentencia, pues mientras las dos aficiones llenan el estadio de colorido, dos equipos lucharán por alzar la copa. Para unos será la inolvidable primera, mientras que los otros conseguirán la ansiada décima. Pasen y vean, el espectáculo del fútbol español está a punto de comenzar.