Sufriendo, pero en cuartos

Por Javier Herrero1 min

El Real Madrid ganó su primer partido en Moscú y pasó a los cuartos de final de la Champions, aunque no sin antes haber tenido que sufrir más de lo necesario ante el Lokomotiv. En un partido bastante trabado, debido sobre todo al pésimo estado del césped -con más arena que otra cosa-, el conjunto blanco acabó por lograr una victoria que, a la postre, acabaría siendo necesaria, pues el Borussia de Dortmund se impuso en Milán. Fue un encuentro caracterizado por el poco juego que mostraron ambos conjuntos; no obstante, quizá los rusos, sobre todo en la segunda mitad, se mostraron más ambiciosos. Pero de nada sirvió esa ambición, por la garra y la entrega que también exhibió el equipo merengue, cuya capacidad de sacrificio encontró su recompensa en el único ataque claro de la primera mitad, cuando Figo pudo centrar y Ronaldo consiguió un tanto, tras remate de cabeza, nada habitual en el repertorio del delantero brasileño. En la segunda mitad, el equipo ruso bajó el pistón con respecto a la presión que había ejercido sobre el Madrid en la primera parte. Las ocasiones seguían brillando por su ausencia; sin embargo el Madrid, en especial su defensa, estaba bien asentada y despejaba sin contemplaciones -el campo estaba impracticable para llevar el balón al pie-, y ése fue el factor determinante en la resolución final del encuentro. Las condiciones adversas acabaron provocando que éstos se encontrasen con más dificultades de las previstas, sobre todo, en la recta final del partido. Los de Del Bosque parecían acabar mal físicamente, aunque no mucho peor que su rival, encerrados en su área y pidiendo la hora; aunque al final, después de algunas ocasiones más que claras de Evseev, Pimenov, Sennikov y Julio César para haber podido salvar el empate. Objetivo logrado, y a pensar en el sorteo de las eliminatorias de cuartos.