Invictos a cuartos

Por Paco Sánchez2 min

El Barcelona rubricó su excelente trayectoria en la presente Champions League con una trabajada victoria en Saint James Park, feudo del Newcastle inglés. La victoria le sirve al equipo azulgrana para pasar invicto a los cuartos de final, como primero del grupo A, con un saldo de trece victorias -incluida la ronda previa- y un empate, nuevo récord de la competición. El conjunto de Sir Bobby Robson -que entrenó al Barça en 1997- no le perdió la cara al partido hasta el segundo gol blaugrana, que unido al resultado de Leverkusen, dejaba fuera a los locales. Los jugadores ingleses saltaron al campo con la intención de avasallar en todas las parcelas del juego a los catalanes. El galés Bellamy, rapidísimo, penetraba por las bandas una vez tras otra, aunque sus remates carecieron de puntería y peligro ante una defensa que, en los primeros minutos, actuó como un perfecto frontón. Ofensivamente, el Barça tardó un poco, pero comenzó a funcionar cuando Xavi tiró del equipo, con lo que el voluntarioso Rochemback resultó el principal beneficiado: una falta pegada al palo y una ocasión en la que encaró a Given, pero que culminó de manera desastrosa, fueron el escaso bagaje del ataque azulgrana. El Newcastle salió en tromba tras el descanso y volvió a encerrar al Barcelona en su área. La presión local no duraría mucho, no obstante, y Mendieta avisó en una jugada en la que el centrocampista malogró el pase de la muerte y entregó el cuero a un rival. En la siguiente jugada, Patrick Kluivert, que anduvo espabilado, aprovechó un despiste de Bramble para meter el pie a un balón que esperaba al portero y adelantar, de este modo, al conjunto catalán. Se cumplían quince minutos de la reanudación, y el Barça encarrilaba el partido aplicando la ley del mínimo esfuerzo. Los ingleses aún soñaban con el milagro, e incluso Bellamy, de nuevo, tuvo el empate en dos jugadas, en las que no acertó con el marco de Víctor Valdés. Pero el brasileño Motta devolvería a los británicos a la cruda realidad, al meter la punta de la bota a un espléndido saque de falta del canterano Iniesta. El conjunto español pudo aumentar su renta, pero el portero irlandés, Given, evitó la goleada a los suyos, especialmente en un mano a mano con Gerard. A partir de ahora, a soñar con los cuartos de final: en ellos esperan el Ajax de Ronald Koeman, el Juventus, y en las mentes morbosas, también el Real Madrid. El morbo, la rivalidad y el desquite de la pasada temporada pueden estar servidos.