El Inter apea al Barcelona

Por Fernando Cruz3 min

No pudo ser. El Inter de Milán dejó al Barcelona sin la ansiada final del Santiago Bernabéu. Tras el gol en fuera de juego de Gerard Piqué a falta de diez minutos, todo el barcelonismo creyó en una remontada que nunca llegó. Los de José Mourinho se aprovecharon de la ventaja de 3–1 lograda en su casa y, a pesar de que los culés lo intentaron por todos los medios, no lograron la clasificación. Incluso antes de comenzar el encuentro, el entrenador portugués saltó al césped para provocar a una afición que no le guarda ninguna simpatía. Un repleto Camp Nou soñaba con una remontada que no se convirtió en realidad. Los catalanes se dedicaron a tocar el balón, muy diferente al juego del Inter, que desde el minuto uno se encerró atrás sin dar opción de crear oportunidades de peligro sobre la portería del portero intencional brasileño, Julio César. El Barcelona tocaba y tocaba, pero los minutos transcurrían y los nervios impedían que el balón encontrase puerta para los culés. Los italianos veían que el tiempo transcurría muy lento, pero también que los azulgranas apenas se acercaban a su marco con peligro. A la media hora de encuentro y cuando más encerrados se encontraban los de Milán, el ex barcelonista Tiago Motta soltó el brazo cuando le presionaba Sergio Busquets, ganándose la roja directa y viendo el túnel de vestuarios. A los de Mourinho les quedaba prácticamente todo el partido para aguantar las embestidas de los vigentes campeones de Europa. El estadio veía cómo su equipo podía marcar los dos goles que necesitaba para acceder a la final. Tras la expulsión, Lionel Messi creó la primera oportunidad de peligro con un gran remate desde la frontal que obligó a Julio César a emplearse a fondo para enviar el balón fuera de la portería. Después de la gran ocasión, el Barça no pudo anotar el gol que le empujase hacia la clasificación antes del descanso. A pesar de ello, los catalanes aún disponían de 45 minutos más para dar la vuelta al resultadoadverso . Pero la tranquilidad y la picardía de los italianos hizo que el tiempo fuese trascurriendo y que las oportunidades de los de Guardiola cada vez fueran más precipitadas. Con el Inter encerrado a cal y canto en su campo, el Barcelona se atascó y le costó atravesar una zaga de italiana perfectamente colocada. La entrada al campo de Bojan Krikic pareció espabilar a un Barça sin ideas. A los cinco minutos de su entrada, el jugador catalán estuvo cerca de marcar el gol de cabeza que de nuevo le volviese meter en un partido que se le iba de las manos. Con la ocasión, el Barcelona creyó de nuevo en la remontada y un minuto más tarde el estadio rugió al ver un golazo de Piqué, pese a un fuera de juego que no vio el colegiado. Pero los italianos supieron aguantar unos minutos agónicos para meterse en una final para la que no era favorito. Finalmente se clasificó el conjunto de Mourinho, que hizo una gran labor para meter a los suyos en una final, por la que tuvieron que luchar con uñas y dientes. El Barcelona se queda fuera de Europa y tendrá que luchar moralmente para reponerse e ir a por una Liga que indirectamente, también se le pone más complicada. A pesar de que no podrá disputar la final ningún equipo español, el Bernabéu presenciará una gran final entre dos clásicos del fútbol europeo.