El Manchester repite final
tras arrollar al Arsenal

Por Luis Giménez2 min

El Manchester United tendrá la oportunidad de revalidar el título de campeón de la Liga de Campeones, en la final de Roma. Los diablos rojos tumbaron al Arsenal en su propia casa para dar un paso de gigante en su lucha por el trofeo. Un esplendido inicio de partido, con dos tantos en diez minutos, sentenció la eliminatoria a favor de los de Alex Ferguson. El supuesto mejor jugador del mundo, Cristiano Ronaldo, volvió a ser la pieza clave para liderar a su equipo al penúltimo peldaño de la escalera de la Champions. El United sabía que no podía dar ni un metro a sus rivales y salió desde el primer momento a entregarse al cien por cien, lo que dio unos frutos enormes. Con los jugadores aún haciendo algunos estiramientos, Ronaldo se marchó por la banda y, sobre la línea, centró un balón que a priori no tenía ningún peligro, pero el encargado de despejar el esférico se resbaló y Park Ji-Sung aprovechó el error para adelantar a su equipo. Poco después, el genio portugués sacó su impoluta calidad para aumentar la diferencia al doble y acariciar el Estadio Olimpíco. El 7 lanzó un auténtico misil desde lejos, en un tiro libre, que Manuel Almunia sólo pudo ver pasar. El tanto hundió a los locales, que no dieron señales de vida durante el resto de los primeros 45 minutos. Los visitantes fueron muy superiores y gozaron de varias ocasiones, pero el cancerbero español se mostró muy seguro. La charla de Arsene Wenger durante el descanso no sirvió de nada a sus pupilos, que regresaron al terreno de juego algo dormidos. El único que demostraba mayor ambición por seguir vivo en la competición era Almunia, que con sus paradas impedía la masacre total. Hasta que sucedió lo inevitable: un contragolpe con pases al primer toque lo culminó el luso batiendo en el mano a mano al portero. Ronaldo sentenciaba la eliminatoria y hacía el segundo de la noche en su cuenta personal. Darren Fletcher fue uno de los grandes perjudicados del partido de ensueño para su equipo, ya que al filo del término del encuentro cometió un dudoso penalti sobre Cesc Fabregas y veía la tarjeta roja, lo que le impedirá jugar la final. Robin van Persie no falló la pena máxima y maquillaba de esta forma el resultado. El United estará una temporada más en la final, donde se podría repetir el encuentro del año anterior si el Chelsea elimina al Barcelona. De lo contrario, los catalanes tendrán una oportunidad única de quitarse la espinita que llevan clavados desde que los de Manchester les echaran en semifinales el pasado año.