Messi da la razón a Guardiola

Por Nacho Martínez2 min

Guardiola anticipó en rueda de prensa lo que iba a ocurrir en la aplastante victoria del Barcelona ante el Bayern de Munich. “No hay defensa, entrenador o sistema que pueda defender a Leo Messi”, afirmaba el entrenador catalán del conjunto alemán. Pues bien, el delantero argentino le ha dado toda la razón rompiendo con dos destellos individuales un partido de máxima igualdad y sentenciando prácticamente la eliminatoria. Los focos que se habían centrado en la vuelta de Pep al Camp Nou se desviaron en la segunda mitad para iluminar al verdadero protagonista de la noche: el diez del Barça, que con actuaciones como la de hoy se vuelve a posicionar en la primera línea de salida en la carrear por el Balón de Oro. El doblete de Messi y el definitivo gol de Neymar ponen al equipo de Luis Enrique rumbo a la final de Berlín.

El planteamiento extremadamente táctico de ambos equipos evitó que en la primera parte se viera mucho espectáculo aunque sí hubo ocasiones claras de gol. Obsesionado con la posesión de balón, el Bayern dibujó un 3-5-2 que adelantaba la presión sobre el Barça. Guardiola buscaba marcar los tiempos del partido, y nada mejor para ello que acumular hombres en el mediocampo. Pero la jugada le salió mal y tuvo que rectificar sobre la marcha. Dos acercamientos de Luis Suárez y Neymar le hicieron ver al entrenador catalán que su equipo algo estaba haciendo mal, el Barça se pudo haber adelantado si Neuer no hubiera estado acertado en el mano a mano con el delantero uruguayo. Los bávaros tuvieron solo una bala en la primera parte, pero no la aprovecharon. Fue en el único error defensivo de los azulgranas. Una acción de Müller que no aprovechó Lewandovski. Tras su reestructuración a un 4-4-2, el Bayern controló algo más el balón pero el Barça siguió teniendo las ocasiones. Antes del descanso Neuer tuvo que hacer volver a intervenir, esta vez en un mano a mano con Dani Alves, para salvar a su equipo.

Tras la reanudación el Bayern salió con mejor disposición, copó la posesión del balón y durante diez minutos, el Barça persiguió sombras. El impulso de los alemanes lo frenó en seco el Barça, Leo Messi mejor dicho. A un cuarto de hora para el final, ni Luis Enrique ni Guardiola movieron ficha. Hasta que apareció Messi y dinamitó el partido. Resolvió una recuperación de Alves y marcó el 1-0 en el 77 y consiguió un gol antológico en el 2-0. Encaró a Boateng y en unas décimas de segundo recortó para encarar a Neuer. El defensa alemán cayó como fulminado por un rayo, como un ser inerte manejado al antojo de otro ser superior. Mientras Boateng se desplomaba, Leo daba el último brochazo a su precioso lienzo azulgrana. Y lo hacía con un toque sutil con su pierna derecha, un balón picado que superaba la salida del meta alemán. Con el tiempo casi cumplido, un contragolpe asestó el golpe definitivo. La combinación de la MSN hizo añicos a los alemanes. Suárez arropó el balón con el cuerpo, Messi asistió y Neymar finalizó una galopada para dejar la eliminatoria vista para sentencia.