Visto para Londres

Por Cristian Buendía2 min

Atlético o Chelsea. Stamford Bridge decidirá quien compra un billete para la final de Lisboa. Se esperaba un partido físico, tenso y largo por el parecido estilo que tienen el Cholo Simeone y Mourinho de jugar al fútbol. Y cumplió. Pero la atención saltó una hora antes del partido cuando se anunciaron las alineaciones: la propuesta de Mou destacaba con un mediocampo defensivo compuesto por David Luiz, Ramires, Obi Mikel y Lampard, muy similar a otro centro de máquinas, que hizo con el Real Madrid, con Pepe, Xabi Alonso y Khedira. La estrategia del equipo londinense era simple: dejar la portería a 0, eso sí, sacrificando un gol de visitante que puede ser muy importante en el computo global de la eliminatoria. Aunque Simeone también puso un centro del campo con más garra con Mario Suárez y Gabi, dejando a Villa, Arda Turán y Tiago en el banquillo. El Atlético, previsiblemente, cogió el mando del partido e hizo más méritos para marcar gol y llevarse el partido, pero el muro defensivo rival, plasmado en el campo, hizo un trabajo sobresaliente. La competitividad de los blues aumentó cuando el equipo terminó recomponiéndose con las lesiones de Cech y Terry. A pesar de estas importantes bajas, los colchoneros no pudieron hacer gol en los noventa minutos de juego. Tampoco se dejó ver a Diego Costa, el hombre del gol esta temporada para el Atlético, debido a ese muro estratégico que, si dejó algún orificio, fue arreglado rápidamente sobre la marcha. El 0-0 del inicio sería el definitivo. Ni con Cech ni sin él, el Atlético pudo marcar. El portero checo se retiró lesionado del hombro, tras un atrevido intento de gol olímpico de Koke. Fue sustituido por Mark Schwarzer, quien destaca por su veteranía, cumplió correctamente su función de defender la portería blue, sobre todo, en los últimos minutos cuando el conjunto madrileño disponía de más ocasiones, la mayoría por balones colgados al área creando un serio peligro. Los tres porteros, curiosamente propiedad del Chelsea, no hicieron actuaciones dignas del sobresaliente. Podría destacarse Schwarzer que poseyendo el nivel más bajo (si lo comparamos con Courtois y Cech), hizo un trabajo más que correcto en líneas generales. Ya preveía José Mourinho, en la rueda de prensa previa al partido, que decidir una semifinal en un solo partido era difícil. Y, al parecer, con el portugués, experto en estirar los encuentros a doble partido, más. Gabi y Lampard son bajas seguras para el partido de vuelta. Ambas por amonestación. E importantes. Al menos, uno de ellos podrá disputar la final de Lisboa del 24 de mayo.