La pegada lo arregla todo

Por Javier Herrero1 min

El Real Madrid volvió a golear en casa en un partido similar al último de Liga, contra el Real Valladolid, aunque contra un rival bastante mejor armado. El equipo merengue volvió a mostrar toda su artillería ofensiva, a la vez que dejó al descubierto sus carencias defensivas. No comenzaron nada bien las cosas para los pupilos de Carlos Queiroz, ya que el equipo francés, con la presencia en la punta de los habilidosos Marlet, Drogba y el egipcio Mido -éste desplazado a la banda izquierda, logró adelantarse en el marcador en el ecuador de la primera mitad. El Madrid se encontró con uno de sus desafíos, dejarse remontar, y siguió como hasta entonces: llegando con facilidad y creando ocasiones. Así que en cuanto encontraron el camino de la portería, no tardaron mucho en enmendar el descosido: Roberto Carlos logró el empate con una gran volea, y prácticamente acto seguido, Ronaldo devolvió la ventaja al conjunto blanco. El equipo español bordó el juego hasta el descanso, aunque esta vez ni Raúl, ni Ronaldo ni Roberto Carlos estuvieron acertados. En siguiente cuarto de hora, el equipo galáctico dejó resuelto el partido. Primero Ronaldo y después Figo, con un penalti cometido por el meta croata Runje a Roberto Carlos, marcaron dos nuevos tantos que llevaron la tranquilidad al Bernabéu. Los cambios del equipo francés, una vez retirado Marlet en la primera parte, apenas dieron resultado. En el último tramo del encuentro, el cuadro merengue se dedicó a controlar el esférico y a hacer buen fútbol, con un magistral Zinedine Zidane, muy motivado contra el equipo de su ciudad natal, que se desenvolvió como nunca -o como siempre- entre líneas. La entrada de Solari y Portillo en los compases finales hizo que el encuentro perdiese ritmo e intensidad, circunstancia que aprovecharon los franceses para conseguir el definitivo 4-2.