Con sabor a colista

Por David del Olmo1 min

El Espanyol de Javier Clemente toca fondo en el inicio de la temporada y ya es el colista de la Primera División. Dos únicos puntos acompañan, en la parte baja de la tabla, a los catalanes. En la visita del Málaga al Olímpico Lluís Companys, los barceloneses dejaron escapar un punto en los instantes finales, y fueron despedidos con una sonora pitada. El delantero Salva marcó el gol del triunfo andaluz, demostrando que no ha perdido su olfato goleador. El partido comenzó con igualdad en los primeros instantes, pero el Málaga, en el retorno de Juande Ramos a Montjuïc, no tardó en hacerse con el control, hasta el punto de parecer que eran los andaluces los que jugaban en casa. Pasada media hora, el Gato Romero aprovechaba un balón en profundidad, y ante una defensa demasiado estática, se plantaba solo ante Lemmens, para batirlo con un toque picado. El público se impacientaba y en el descanso, se despedía a los jugadores blanquiazules con un descontento general. El enfado no era injustificado, ya que poco antes del final, el brasileño Sergio Paulo Duda pudo ampliar la renta con un lanzamiento de libre directo. En la segunda mitad el Espanyol pareció levantar cabeza, espoleado por las instrucciones del técnico de Barakaldo: el capitán, Raúl Tamudo igualaba el partido con un remate de cabeza a un pase de Marc Bertrán. El tanto perico daba paso a los mejores minutos del cuadro catalán, que comenzaba a creer de verdad que podía ganar el partido. Un minuto más tarde, Maxi Rodríguez no fue capaz de culminar con un gol un extraordinario pase del turco Tayfun. No era la tarde del Espanyol, pero sí resultó ser la de Salva, que necesitado de goles, volvió a ganar la partida a la defensa para convertir, al fin, su batalla en goles, que sirve al Málaga para sacar la cabeza de los puestos de cola.