Ojito con este Osasuna

Por Javier Trinidad2 min

Osasuna logró desarbolar a la solvente defensa del Deportivo de La Coruña, que sólo había encajado un tanto en cuatro partidos y recibió tres sin darse cuenta, en cinco minutos pletóricos de los rojillos. El encuentro comenzó con dominio gallego, aunque sin la profundidad necesaria para llegar con peligro al área de Sanzol. Pero después de veinte minutos, todo cambió: se desató un vendaval navarro que se llevó por delante al conjunto de Javier Irureta. Primero, Héctor atropelló a Iñaki Puñal en el área, y el propio jugador convirtió la pena máxima; luego, un mal despeje de Molina dejó la pelota a los pies de Moha, que en semifallo, le sirvió el gol en bandeja a Iván Rosado. Por último, un remate de Valdo que se estrelló en el larguero rebotó en la cabeza de Héctor para volver entre los tres palos. Con un resultado tan adverso, el Deportivo buscó a la desesperada el gol, lo que consiguió Luque gracias a un buen remate de cabeza a un centro de Víctor. A partir de ahí, el juego se tomó un respiro: ni Mauro Silva ni Sergio lograban dar fluidez al juego y conectar con el auténtico artista del equipo, Valerón, que en ningún momento estuvo cómodo. Con el comienzo de la segunda mitad, el técnico del equipo coruñés dio entrada en el campo a Diego Tristán, que formó en ataque con Walter Pandiani. Aun así, los centrocampistas del locales mantuvieron atados en corto a los que podían desequilibrar a los hombres desequilibrantes del Deportivo, mientras los minutos pasaban en contra de los blanquiazules. Los de Javier Aguirre demostraron su gran momento de forma: Osasuna pudo haber logrado algún gol más, pero la goleada no fraguó y en los últimos minutos, el Dépor logró maquillar el resultado con un nuevo gol del uruguayo Pandiani, que marca en todos los partidos que juega. La derrota en El Sadar deja al Deportivo sin la primera plaza, mientras que los pamploneses, sin complejos, siguen sumando y de momento se codean con los puestos de Liga de Campeones.