El Valladolid se desliza al abismo de segunda

Por Jaime Palacios2 min

Un gol en propia puerta del Mitrovic condenó al Valladolid al infierno de Segunda. El Granada jugará un año más en la Liga BBVA tras unos agónicos 90 minutos no aptos para corazones débiles. Se olía el drama en Pucela. Última jornada, a 90 minutos de la gloria, a 90 minutos del infierno. Es en estos casos cuando la cabeza juega más que las piernas, cuando la tensión agarrota los músculos y la portería se hace pequeña y lejana. En este dramático contexto el partido empezó vibrante y con ritmo, no tardó en llegar la primera, la tuvo el Valladolid en las botas de Javi Guerra pero no acertó entre los tres palos. Respondió el Granada por medio de Mainz pero Jaime estuvo atento repeliendo el balón. Los nervios campaban en el campo y apunto estuvo Nyom de marcarse en propia puerta a la par que llegaban malas noticias de Pamplona, Osasuna se adelantaba en el marcador. Las malas nuevas espolearon al Valladolid que rozaba el gol en cada acercamiento. Un potente tiro de Jeffren no supuso el primer gol del encuentro de milagro. Se sucedían los centros demasiado pasados y los controles defectuosos. Las ocasiones brillaban por su ausencia en una guerra de guerrillas en la que el Valladolid tenía las de perder al no depender de si mismo para mantenerse en Primera un año más. Si ya estaba complicada la salvación pucelana en el minuto 44 el drama se acentuó con el gol de Mitrovic en propia puerta. La segunda parte fue una caminata del Valladolid hacia el patíbulo. Apenas un tiro de Osorio y una oportunidad de Manucho fue lo poco que pudo un Valladolid que se fue sumiendo en el agujero negro de Segunda. Los goles de Getafe hacían que la salvación fuera un efímero milagro. El Granada durmió el partido, a gusto con su victoria y su consecuente permanencia. Y sin ocasiones dignas de mención se fue consumiendo el minutero y certificándose la tragedia pucelana. Porque vivir del empate hace que acabes muriendo con la derrota, porque aquella debacle en la pasada jornada en el Villamarín ante un Betis descendido no fue digna de un equipo que quiere mantenerse en primera, por eso y por muchas más razones el Valladolid es justo equipo de Segunda.