El Almería sufre para quedarse en primera

Por Nacho Martínez3 min

El Almería arañó un empate a cero frente al Athletic Club de Bilbao que le permite quedarse un año más en Primera. El conjunto andaluz desplegó más ganas que fútbol para contener a un rival que no se jugaba nada pero que fue a por la victoria demostrando un carácter competitivo y honesto que beneficia al espectáculo liguero. A pesar de alinear un equipo poco habitual, Valverde planteó el partido para intentar llevarse los tres puntos de los Juegos del Mediterráneo. Los locales estaban a tan solo un punto de la permanencia y les costó sangre, sudor y lágrimas llevárselo. Sufrió, se desgastó físicamente, recibió ocasiones claras y tuvo las suyas, pero finalmente el marcador no se movió. Almería nunca ha celebrado tanto un 0-0. El Almería empezó el partido mucho más intenso que su rival. Con la sombra del descenso acechando no quiso dejar su destino en manos de la suerte, no quiso depender de los resultados ajenos para certificar su salvación. Sin embargo, su ímpetu inicial no se tradujo en goles, ni siquiera en ocasiones. Poco a poco el Athletic se iba haciendo dueño del encuentro, gracias a su paciencia y seguridad con el balón, elaborando las jugadas desde atrás esperando el momento oportuno para encontrar el hueco en la defensa rival. Un Almería colocado no lo permitió, apenas concedió espacios y por eso el conjunto vasco se vio obligado a probar fortuna desde fuera del área. Los disparos de Mikel Rico y Guillermo se marcharon rozando el palo de la portería de Esteban. También se fue por poco el remate de Laporte que aprovechó el despiste defensivo del Almería en un córner para meter el susto en el cuerpo a los locales. La afición de los Juegos del Mediterráneo pidió penalti en una acción entre Laporte y Óscar Díaz, pero el contacto entre ambos no fue suficiente para señalar la pena máxima. De esta manera se llegó al tiempo de descanso, el cual iba a ser más largo de lo normar por la suspensión temporal del partido entre el Osasuna y el Betis. Una avalancha humana había provocado el derrumbe de una de las vallas protectoras del Sadar y el árbitro decidió no continuar con el choque hasta que no se arreglara el problema. Más nervios para un final de Liga no exento de tensión, aunque el Almería con el 0-0 estaba momentáneamente salvado. El descanso fue largo y los jugadores tuvieron que hacer un mini calentamiento para recuperar la tensión competitiva. Quizás ese período extra de espera inquietó más a los jugadores locales y les puso más nerviosos porque el Almería empezó la segunda mitad con el equipo mucho más replegado en su campo. El Athletic tenía el balón pero al conjunto almeriense no le importaba pues lo hacía en zonas poco peligrosas. Los hombres de Francisco estaban pendientes de qué pasaba en los otros tres encuentros donde se decidía el descenso, la afición estaba deseando que se acabara el árbitro pitara el final cuanto antes. Pero todavía quedaba partido, todavía quedaba emoción. El Almería iba a sufrir una parada cardíaca cuando Guillermo controlaba un balón dentro del área, con toda la portería por delante para finalizar la jugada. Pero en ese momento apareció la figura de Esteba que una vez más salvó a su equipo. Cuánto le debe el Almería al veterano portero. Tras el susto los locales tuvieron la oportunidad de certificar la permanencia, en concreto fue Rodri quien dispuso de dos ocasiones clarísimas para marcar gol. En una se encontró con Herrerín y en otra su sutil toque por encima del portero se marcho rozando el palo. No pasó nada, nadie se iba a acordar de estas ocasiones porque el partido acabaría con el empate que todos deseaban. Trabajo hecho aunque con sufrimiento, el Almería jugará en primera división la próxima temporada.