Derbi 'descafeinado' con victoria amarilla

Por Álvaro Pérez2 min

En una noche de emociones fuertes en los campos de Primera, en El Madrigal la tensión brilló por su ausencia. El Villarreal demostró que se jugaba más que el Valencia, que ya tiene asegurado el tercer puesto en esta temporada, y ganó sin apenas apuros. Con esta victoria, los castellonenses se quedan en séptima posición y confían en que el Getafe, sexto clasificado, no gane la próxima jornada en el Vicente Calderón para así lograr clasificación para la Liga Europa. La primera parte se inició con un equipo local que jugaba con mucha intensidad, todo lo contrario que los visitantes, que aguantaban como podían las acometidas amarillas. Diez minutos les bastaron a los de Juan Carlos Garrido para adelantarse por medio del italiano Giussepe Rossi, que mantiene esperanzas de ir convocado con Italia para el Mundial. El transcurso del partido siguió igual pasado el primer cuarto de hora, cuando Joseba Llorente remataba a gol un centro desde la derecha de Bruno Soriano. Miguel Ángel Moyá pudo hacer más, pero quedó claro que éesta no es su temporada. A partir de este gol el partido decayó en intensidad y en ocasiones. El conjunto ché mejoró y pudo reducir distancias antes del descanso, pero un inspirado Diego López desbarató toda posibilidad. De esta forma se llegó al intermedio. Tras el paso por vestuarios, el partido pasó a ser una pachanga. El Valencia seguía intentando marcar su gol, pero siempre con el mismo resultado. Poco a poco se fue calentando la contienda, haciendo honor a los tópicos de los derbis, y Llorente fue expulsado por doble amarilla. El submarino amarillo optó por dormir el encuentro hasta el pitido final, no sin que antes viera otra cartulina roja un hombre de sus filas, en este caso Joan Capdevila, por mofarse del colegiado. El final del encuentro fue un alivio para ambos y la despedida de Javi Venta, manteado por sus compañeros, la nota emotiva de la noche.