El Barcelona sigue su camino

Por Gonzalo Lamas2 min

El Barcelona consiguió una nueva victoria en un encuentro en el que pasó por encima a un Sevilla que sólo pudo maquillar el resultado en el tramo final. El conjunto catalán se coloca a noventa minutos de ganar su segunda temporada consecutiva. El líder arrancó el partido como un huracán. A pesar de las campañas de la prensa, gabinetes de información y conjuras diversas, los visitantes no mostraron ni una señal de presión o preocupación. A los cinco minutos Lionel Messi, con un control orientado remendó y un disparo cruzado, cerró todas las bocas que dudaban de su equipo. El partido era un monólogo azulgrana. Las llegadas eran continuas, mientras el Sevilla frenaba a su rival con numerosas faltas. El segundo gol era cuestión de tiempo. A la media hora, Xavi Hernández abrió el saco de los regalos y la magia y entregó una obra de arte a Bojan Krkich para que éste, como delantero voraz que es, definiera con seguridad tras un desmarque delicioso. Tremenda jugada made in Barça. Los jugadores del Sevilla estaban desbordados, sufriendo el fútbol azulgrana. Messi perdonó el tercero con todo a favor, en boca de gol y sin portero. Un fallo inexplicable y extraño tras una gran jugada colectiva. Víctor Valdés no quería quedarse fuera del espectáculo y le hizo un paradón a Frederic Kanouté cuando éste cabeceó dentro del área. La segunda mitad arrancó con un Barcelona que no daba por bueno el resultado. Presionaban los chicos de Pep Guardiola en busca de la goleada. Y todo se le puso aún más cuesta arriba al equipo andaluz cuando Abdoulay Konko, que tenía tarjeta, agarró descaradamente a Bojan en pleno contragolpe y se marchó a los vestuarios. En tres minutos, el Barcelona perdonó tres goles cantados. Primero Messi, por partida doble, y después Bojan. El resultado podía ser de escándalo en el Sánchez Pizjuán. Pedro Rodríguez clavó el tercero con un disparo lejano y continuaba el festival del Barça. Bojan volvió a desperdiciar una ocasión clarísima de gol, en la que sólo tenía que empujar el balón al fondo de la portería después de que Messi hiciera el resto. El Sevilla se encontró entonces con dos faltas de concentración en el rival y aprovechó para recortar distancias. Kanouté primero y Luis Fabiano después perforaron la meta contraria. De repente parecía que todo daba la vuelta. Pero los que vieron lo acontecido en el partido sabían que sólo había un equipo en el verde. El Sevilla se creció ante la posibilidad de llevarse un empate después del baño recibido y fue en su busca, pero nada ocurrió. El Barcelona cogió la pelota y se puso a moverla hasta que el árbitro pitó el final del partido. El líder está a un paso de revalidar un año más el trofeo de campeón de Liga.