A un paso de la salvación

Por Álvaro Heralta2 min

Después de sufrir durante toda la temporada, el Espanyol se encuentra a únicamente dos puntos, cuando quedan seis por disputarse, de certificar su permanencia matemática por un año más en la Primera División. El Athletic, por su parte, sin jugarse nada y tras la final de Copa del pasado miércoles, decidió dar descanso a varios de sus mejores jugadores como Aitor Ocio y Fran Yeste. Aun así, el partido no resultó nada cómodo para los periquitos, que se las vieron y sufrieron para doblegar a su rival. En los primeros momentos del choque, José Callejón avisó a los leones de sus intenciones con un disparo que se marchó fuera tras un gran pase en profundidad de Iván de la Peña. Sin embargo, fueron los visitantes los que estuvieron a un paso de adelantarse en el marcador mediada la primera parte. Mikel Balenziaga estuvo a un paso de mandar a la red una buena jugada por la derecha de Ion Vélez, pero Sergio Sánchez se interpuso en el último momento para que no anotara el lateral rojiblanco. Antes de llegar al descanso, un nuevo pase de De la Peña dejó solo a Callejón, que no pudo marcar debido a que se escoró demasiado. En la segunda mitad, la tónica continuó siendo la misma que en la primera: los blanquiazules buscaban el gol, más con el corazón que con la cabeza, mientras su rival se pertrechaba atrás en busca de alguna contra. Nada más comenzar ésta, Luis García y Callejón dieron un susto a su adversario. Pero el lanzamiento del asturiano lo detuvo bien Gorka y el del andaluz se marchó al lateral de la red. Aunque la mejor jugada del partido la protagonizó, Ferrán Corominas, Coro, poco después. El canterano se marchó de todos los rivales que salieron a su paso, pero remate se fue alto. El de Girona continuó erigiéndose entonces en el jugador más dinámico de su equipo. Lo demostró, acto seguido, cuando en una de sus arrancadas Carlos Gurpegui le hizo una falta que el árbitro Ramírez Domínguez decretó como penalti. A Luis García no le temblaron las piernas y transformó la pena máxima, ante el delirio de los miles de aficionados que poblaron las gradas de Motnjüic. Pese a no jugarse nada, el Athletic no bajó los brazos y buscó el empate. Sobre todo, tras la salida de Joseba Etxeberría. Los bilbaínos estuvieron cerca de igualar la contienda con el partido agonizando, tras una internada del interior guipuzcoano por la derecha, que cedió el balón a la frontal, donde estaba solo Javi Martínez, cuyo disparo se fue por muy poco fuera. Finalmente, el uno a cero no se movió y los de San Mamés suman ya diez años sin ganar en su feudo a un Espanyol que, con este triunfo, casi puede respirar aliviado.