A la primera, alirón

Por Manuel Rosales2 min

El Valencia no dejó escapar la oportunidad de sentenciar la Liga a falta de dos jornadas, al ganar con entrega a un Sevilla que también luchó lo suyo durante todo el encuentro. El conjunto valenciano conquistó su sexto título, en una competición que ha dominado gracias a su regularidad y a la política de rotaciones de Rafa Benítez. La victoria ché desató el éxtasis, tanto en una pate de las gradas del Sánchez Pizjuán -aunque con la simpatía de los aficionados locales- como en la capital de Turia, en una temporada en la que el equipo puede aspirar a lograr el doblete si gana la final de la UEFA. Los goles de Vicente y Baraja doblegaron a un Sevilla que puso corazón, pero no supo materializar sus ocasiones, aunque mereció mejor suerte por su gran segunda parte. El Valencia sabía que daba el golpe definitivo a la Liga si ganaba, gracias a los resultados de sus rivales directos. Los tres puntos eran, pues, más que una victoria. Mientras el Sevilla salió desde el inicio a comerse a los jugadores de naranja, con varias aproximaciones a la meta de Cañizares. Pero el Valencia dio primero en la diana, gracias a una excelente internada de Vicente, que se encontró con el remate que daba el alirón. El Sevilla, con casta y coraje, siguió jugando con la misma intensidad, pero se desesperó para superar la defensa del Valencia; con todo, Carlitos estuvo a punto de igualar. El Valencia recibió el aviso y también pudo resolver antes del descanso, con un tanto de Jorge López, pero el árbitro lo anuló por un fuera de juego inexistente. Lo mismo ocurrió en el área contraria con Carlitos, aunque esta vez su posición era más clara. Joaquín Caparrós arriesgó y dio entrada al uruguayo Darío Silva en la segunda mitad, en detrimento de Javier Casquero. El Sevilla se creció y buscó con insistencia el empate. Las ocasiones hispalenses se sucedieron, mientras el rival controlaba y defendía con uñas y dientes su ventaja. Con el Sevilla volcado sobre la meta de Cañizares, la única opción ché era salir a la contra. Pero el Valencia acabó a lo campeón, con un segundo gol de bandera. Fue una jugada colectiva que culminó con una gran tanto, Rubén Baraja. Era el broche definitivo a la Liga. Ahora sólo queda confirmar el doblete... y el futuro de la plantilla, con Rafa Benítez al frente, pero con una política de fichajes condicionada por la deuda.