Llorente amarga la fiesta al Barcelona

Por Fernando Cruz4 min

Con la derrota del Real Madrid en el feudo del Valencia, el Barcelona tenía la oportunidad de sentenciar la Liga en casa. Pero no pudo ser. Todo el barcelonismo se quedó atónito al ver cómo el submarino amarillo emergía de las profundidades para aguar la fiesta que ya estaba prevista en el Camp Nou. Los de Manuel Pellegrini sacaron un punto de oro en el descuento, gracias a un Joseba Llorente que peleó hasta el final para lograr el tanto con el que aferrarse a Europa. Todo comenzó con una bonita tarde en Barcelona, con un estadio a rebosar en el que predominaba el color azulgrana. Pero, a medida que avanzó el partido, y a pesar del buen juego que hicieron en un principio los de Josep Guardiola, todo se fue nublando para los locales hasta que el alirón quedó aplazado con el último gol del Villarreal. Guardiola no quería alargar la Liga y apostó por comenzar con su once de gala. Los primeros minutos fueron de un dominio prácticamente absoluto del conjunto catalán, mientras que los castellonenses se limitaban exclusivamente a correr tras la pelota. El Barça quería conquistar la decimonovena Liga en casa y buscó en todo momento la portería de Diego López. La alegría hizo acto de presencia en las gradas de los locales cuando Seidou Keita remató un balón desde el borde del área con la fortuna de que golpeó levemente en las piernas de un zaguero amarillo, por lo que el esférico cogió una parábola imposible para Diego López y el balón acabó en el fondo de la portería. Con el 1–0 se comenzaban a escuchar tempraneros cánticos de “campeones”. Pero el encuentro no había hecho más que comenzar. Con el gol, el Villarreal pareció despertar y luchó por que el Barcelona no cogiera definitivamente las riendas del encuentro. Los de Pellegrini comenzaron a tocar en la medular apoyándose en su referente, Ariel Ibagaza, que se encargaba de distribuir los balones arriba. Así pues, poco a poco fue comiéndole terreno el submarino amarillo al buque catalán, que se vio obligado a recular. El conjunto visitante aprovechó para poner las tablas en el electrónico gracias al primer gol de Llorente. Además los amarillos pudieron ponerse arriba tras un gran remate de cabeza del italiano Giusseppe Rossi, pero el balón fue al medio de la portería defendida por Víctor Valdés y el guardameta pudo despejó el balón contra el palo. El partido daba un giro radical ya que ambos equipos parecieron cambiarse los papeles. Pero tan sólo fue por unos minutos, pues el Barcelona sacó rápido una falta que pilló completamente desprevenido al Villarreal y Samuel Eto’o marcó el gol que de nuevo volvía a ponerlos arriba en el marcador. Cuando la primera mitad estaba apunto de concluir, el brasileño Daniel Alves abrió una brecha mayor en el luminoso tras colocar un disparo de falta donde no pudo llegar el ex madridista Diego López. Con el tercer gol todo pintaba muy bien para los culés. Pero, a pesar de la ventaja de dos goles arriba para los de Guardiola, al partido le quedaban otros 45 minutos que fueron muy diferentes. Con el comienzo de la segunda parte, de nuevo se comenzaron a escuchar los cánticos de “campeones, campeones”, seguidos de la ola. Parecía que la gente no se acordaba de que al partido le faltaba una mitad entera por disputar. Los minutos discurrían y cada vez el sueño de conseguir la merecida liga estaba más cerca. Hasta que el guión cambió cuando Eric Abidal cometió un penalti que le costó la roja directa y, por consiguiente, perderse la final de la Copa del Rey. La pena máxima la transformó Matías Fernández, que devolvía las esperanzas a los de Pellegrini. Con la expulsión, Pep Guardiola comenzó a realizar cambios para arañar el crono y perder unos segundos. Pero el Villarreal no se conformaba con la derrota, ya que su objetivo se centra en Europa, y se dedicó a empujar hasta el último minuto, en el que apareció de nuevo Llorente, que recortó a Carles Puyol y remató a la mismísima escuadra, a la que no pudo llegar Valdés. El colegiado pitó el final y la afición culé se quedó boquiabierta al ver cómo su equipo no conseguía la liga en su feudo. A pesar de toda la desilusión, el Barça sigue con el campeonato en el bolsillo, pero deberá esperar una jornada más como mínimo para cantar el alirón. Por su parte, el Villarreal sacó un importantísimo punto que le mete de nuevo en los puestos europeos.