La Real complica al Espanyol

Por M. Elena Martínez Quesada3 min

Espectacular partido entre el R.C.D. Espanyol y la Real Sociedad en Cornellà-El Prat, que animó como nunca a los suyos y rememoró a un inolvidable Dani Jarque en un choque emocionante que, finalmente, acabó en tablas. El equipo blanquiazul sólo pudo empatar a una Real enchufada a la que esta vez sí se le dio bien jugar fuera de casa. Encuentro disputado en el que el equipo txuri-urdin, que parecía dar la sorpresa de la jornada al adelantarse con goles de Carlos Vela en la primera parte, consigue un buen resultado que le permite alejarse un poco más de los temidos puestos de descenso y en el que frena las aspiraciones europeas del cuadro perico. Con este 2-2 en el marcador y un reparto de puntos que no convence, los espanyolistas tendrán que pelear con más ahínco las próximas jornadas si desean alcanzar Europa. En vísperas de semana santa, Cornellà-El Prat se preparaba para un encuentro que se presumía fácil y que acabó difícil para el conjunto local. Con objetivos diferentes, pero con la misma necesidad, Espanyol y Real Sociedad saltaron al terreno de juego a disputar tres puntos importantísimos. Sin embargo, el partido tardó en arrancar. Ninguno de los dos equipos conseguía hacerse con el dominio del encuentro hasta que la Real comenzó a cavilar y dio la sorpresa en Barcelona. A los 12 minutos, Carlos Vela, que ya había avisado con anterioridad, hacía el primero para el conjunto visitante (0-1). Con un disparo espectacular desde fuera del área, conseguía colar el esférico en la portería de un Kiko Casilla que llegó a rozar el balón, pero que no pudo hacer nada por evitarlo. La grada y Cornellà entera enmudeció. A los tres minutos, el delantero mexicano volvía a las andadas y acallaba aún más el coliseo blanquiazul (0-2). De magnífica vaselina, volvía a batir la portería de un rival que, lejos de hundirse, salió a flote. Tras encajar dos goles como dagas, intentó dominar el encuentro y, a poco de irse al descanso, conseguía inaugurar el marcador con un gol en propia puerta en el minuto 44 de Ion Ansotegi (1-2). Con este postrero resultado, llegaba el tiempo de descanso. En la reanudación, las tornas cambiaron para el equipo local. Desde el primer minuto, el segundo tiempo se convirtió en casi monólogo del Espanyol. Los de Pochettino salieron más fuertes y enchufados, y ya en el minuto 47’ conseguían poner el partido en tablas (2-2). Un brillante Vladimir Weiss, que entró de refresco casi a final de la primera parte, hacía el segundo para el equipo local y reavivaba con él las esperanzas pericas de voltear el marcador y conseguir una victoria necesaria. Sin embargo, por mucho que lo intentó, no encontró suerte de cara al gol. La Real, perfecta en defensa, se interpuso en toda intentona blanquiazul, e incluso dio el susto en alguna que otra ocasión aislada. Muro férreo, le puso muy difícil los últimos minutos de partido a un Espanyol que controlaba, intentaba, pero fracasaba en el último toque. Muchas ocasiones desaprovecharon los de Pochettino y otras tantas que supo frenar muy bien Claudio Bravo, que estuvo al toque y firmó una gran actuación. Prueba de fuego para el Espanyol que no supo solventar y que tendrá que darlo todo los próximos encuentros si quiere jugar en Europa la próxima temporada; y buen partido para los de Philippe Montainer que se alejan un punto más del descenso y acarician la salvación.