El Madrid vuelve a las andadas

Por Álvaro Díaz2 min

El Coliseum Alfonso Pérez recibió esta última jornada a un Real Madrid que parecía empezar al olvidarse de la palabra crisis. Por su parte, el Getafe llegaba al encuentro con la moral pletórica, tras el punto arañado en el Camp Nou. Arrancó el partido con el balón para los azulones. Los de Víctor Muñoz no se anduvieron con rodeos, apuntaron a la portería rival y, apenas iniciado el encuentro, su primer disparo subió al marcador. Jaime Gavilán conseguió irse de Sergio Ramos por la izquierda para poner un centro preciso a las botas de Ángel Albín, que remató al fondo de la red para adelantar así a los suyos. A los blancos no les quedaba otra que adelantar líneas y buscar el empate. Llegó así una clarísima ocasión de Raúl González, que, sólo en el punto de pena máxima, remató un balón que Carlos Abbondanzieri sacó milagrosamente con el pie. Pese a esta acción, el ataque de los merengues se definió por el desorden y la inoperancia. La ventaja de los locales pudo aumentar si el colegiado hubiese señalado una posible falta dentro del área que realizó Ramos sobre Roberto Soldado. Los jugadores de ambos equipos acabaron finalmente por entrar en los vestuarios sin que el marcador se volviera a mover. El inicio de la segunda mitad fue una copia del de la primera. El conjunto de Bernd Shuscter volvió a quedarse dormido. El equipo de Muñoz tejió una extraordinaria contra iniciada por Javier Casquero que culminó en los pies de Albín, que batió por el primer palo a Íker Casillas. Sólo un gol temprano podía meter al Madrid de nuevo en el partido, y éste llegó. José María Gutiérrez, Guti, robó el balón a Alberto Díaz y se lo cedió a continuación a Javier Saviola para que el delantero argentino consiguiera, por la escuadra, el primer gol para los visitantes. Lejos de venirse arriba, los blancos se enfriaron en el tramo final del encuentro y apenas crearon peligro. Al conjunto de Schuster daba la sensación de que le podía caer otro tanto en cualquier momento. El primer aviso llegó de la mano de Eugen Polanski. El centrocampista del Getafe envió un remate al palo de la portería que defiende Casillas. Cerca de la conclusión del encuentro, los locales decidieron que era hora de sentenciar el partido. De nuevo a la contra los azulones construyeron una magnífica jugada que dirigió Albín y se encargó de cerrar Ikechukwu Uche. Se completó de esta forma el resultado final de un marcador que hace saltar de nuevo las alarmas en las cercanías blancas. La realidad del Real Madrid es ésta: un equipo gris que no encuentra su juego y a quien, ni las primas ni los graves errores arbitrales a su favor, le ayudan a encontrar la vía de la victoria. La mejoría del conjunto de Schuster parece haber sido un mero espejismo, que disfrazó el mal juego y las múltiples dudas que se ciernen sobre el club madrileño.