San Emeterio se viste de
Jordan para alzar el título

Por Pedro Pablo Merino3 min

El Baskonia es el nuevo campeón de la liga ACB. Pocos creían que el equipo vitoriano pudiese ganar esta final, en la que que se enfrentaba al actual campeón de Europa y de la Copa del Rey, el Barcelona. Los catalanes llegaban como grandes favoritos, por regularidad, por plantilla, por presupuesto y por llevar más de dos años sin perder dos partidos seguidos. Y el Baskonia superó todo eso, le ganó tres encuentro consecutivos, dos de ellos en el inexpulnable Palau Blaugrana y consumó una campanada que recuerda a la que protagonizó el Manresa en el año 1998. El Baskonia comenzó la serie dando muestras que en ningún momento iba a dar por perdida de antemano la liga y se impuso en el primer partido por un claro 58-63, en un gran encuentro por su parte, jugado con mucha inteligencia y concentración. Los de Dusko Ivanovic saltaron a la pista muy enchufados, y con un parcial de 0-12 de inicio dieron muestra de su poderío. El Barcelona no se rindió fácil y antes del descanso llegó a colocarse a dos puntos y dejando la sensación de que el partido lo ganaría cuando quisiese. Los de Xavi Pascual salieron de los vestuarios mejor que al inicio y pusieron siete puntos de ventaja con unos buenos minutos de Juan Carlos Navarro y Boniface Ndong. Pero el Baskonia volvió al encuentro de la mano de Pau Ribas y Mirza Teletovic, que con sus puntos desde el perímetro permitieron llegar al último cuarto con igualdad. Entonces surgió Marcelinho Huertas, quien con un triple en el último minuto puso cinco puntos de ventaja (56-61) que el Barcelona ya no pudo remontar. El segundo partido fue más igualado, con el Barcelona decidido a nivelar la eliminatoria. Así, empezaron mejor que el primer partido pero el Baskonia también muy concentrado y firme. Al descanso, dominaban los azlugranas por cinco puntos, aunque no mostraban en ningún momento el poderío que demostraron toda la temporada. La segunda mitad siguió con la igualdad, pero en el tramo final los nervios hicieron mella en los locales. Así, con varios errores entre ellos de Ricky Rubio al final, y un magistral otra vez Marcelinho Huertas el Baskonia se puso seis puntos arriba. Pero una antideportiva colocó a los culés a un punto y con la posesión final. Sin embargo, de nuevo Ricky Rubio erró en el pase y la victoria se fue a Vitoria y puso al Barcelona contra las cuerdas. Y con la soga al cuello, el Barcelona no pudo forzar el cuarto partido. Estuvo cerca, tras una prórroga forzada in extremis merced a una no canasta de Lior Eliyahu que taponó Terence Morris cuando el balón entraba. Los árbitros no lo creyeron y en el tiempo extra el Barcelona, tras dos canastas locales, puso un parcial de 0-9 y cinco puntos de ventaja que acabaron de la mejor forma posible para los vascos. Con dos puntos abajo y siete segundos por jugarse, Fernando San Emeterio cogió la pelota, la subió y penetró para dejar una canasta que igualaba el partido. Terence Morris metió la mano y cometió falta con cinco décimas por jugarse. Era el todo o nada. Y San Emeterio templó los nervios y dio el título al Baskonia, un título más que merecido, ante el mejor equipo de Europa. Un final inolvidable para una temporada fantástica.