España llega a semifinales
gracias a Íker Casillas

Alejandro G. Nieto.- Exactamente 14 años después del codazo de Mauro Tassoti que rompió la nariz de Luis Enrique y las ilusiones de toda España, el fútbol hizo justicia con la selección, que pasó de cuartos de final por primera vez desde 1984. Los de Luis Aragonés se medirán de nuevo a Rusia en semifinales, después de doblegar en los penaltis a una Italia sin argumentos ofensivos. Íker Casillas detuvo dos penaltis y elevó a las alturas a una Roja combativa hasta el final.

España 0 – Italia 0
España jugó desde el comienzo de forma cerebral, mecánica, con el toque corto como única ley y la paciencia como máxima. Xavi Hernández y Marcos Senna eran el objetivo primero de los italianos. Los centrocampistas azzurri ahogaban a los cerebros de España. Pero ni el hispano brasileño ni el catalán se pusieron nerviosos: pidieron siempre la pelota y, aunque acosados por varios rivales, desahogaron el juego español. Así, los de Luis Aragonés, aunque con cuentagotas, lograron meter algún pase peligroso a la frontal del área de Gianluigi Buffon. Empero, David Villa y Fernando Torres estuvieron desafortunados en sus intentos de desborde.
Los hombres de Luis Aragonés gobernaron el encuentro, mientras Italia esperaba agazapada a que Antonio Cassano o Luca Toni cazaran algún balón cerca del área. Pero, con los transalpinos demasiado agrupados por el centro, España sólo pudo probar a Buffon con disparos lejanos, que el guardameta detuvo sin problemas. La Roja halló más huecos cuando Andrés Iniesta y David Silva se alejaron de las bandas para empezar a pulular por la media punta. Ahí, los disparos, aunque alejados, comenzaron a ser más claros y Buffon sufrió algo más.
Con todo, el conjunto de Roberto Donadoni tuvo, en una contra, la oportunidad más clara del primer tiempo. Cassano, el más incisivo de los suyos, puso la bola en la cabeza de Toni, pero el remate del delantero se topó con Carlos Marchena. Pero España, lejos de amilanarse, se lanzó al ataque con más fe si cabe. Silva, Iniesta y Xavi combinaron con los delanteros en varias ocasiones, aunque faltó precisión y potencia en los remates para coronar todo el trabajo.
Italia adelantó las líneas en el segundo tiempo y España pudo encontrar más espacios. Villa y Torres empezaron a dejarse caer por las bandas y, con ello, los hispanos empezaron a llegar con más claridad. Sin embargo, Christian Panucci y Giorgio Chiellini estaban muy atentos en los metros finales. Donadoni dio más aire ofensivo con la entrada de Mauro Camoranesi; de hecho, la mejor oportunidad de la azzurra estuvo en las botas del italo argentino, que disparó dentro del área y se encontró con una intervención genial de Casillas, que enmendó una pifia al tratar de quitar el balón a Toni y llevarse un sombrero.
Por España, Santiago Cazorla y Cesc Fábregas habían sustituido a Andrés Iniesta y Xavi Hernández, respectivamente, lo que redujo la posesión para los de Aragonés. Italia se crecía y el cuero empezaba a llegar a Toni con más asiduidad. Pero ello también permitió a los españoles intentar sorprender al contragolpe. La velocidad de Villa y Torres –a pesar del cansancio– puso en más de un aprieto a los centrales italianos, pero de nuevo faltó claridad de ideas al pisar el área.
Los de Aragonés quemaron las naves en los últimos minutos. Dos derechazos lejanos de Senna hicieron temblar por primera vez las manos de Buffon. De hecho, uno de ellos, tras escapársele al portero, se estrelló en el palo. Con Cesc y Cazorla España ganó en agresividad, robó más balones y buscó portería con más verticalidad. Sin embargo, los centrales estuvieron muy atentos en los últimos metros para rebañar los remates, pese a la frescura de Daniel Güiza, que acaba de tomar el testigo de Torres pero se hartó de correr a ninguna parte para intentar recibir los pelotazos que le llegaban. Así pues, la prórroga fue inevitable.
El cansancio hizo mella y España pudo combinar mejor en ataque, pues los italianos estaban más lentos, pendientes de perder tiempo, pero siempre falló el remate. En el otro campo, Carles Puyol y Carlos Marchena controlaban bien a Toni, al que sus compañeros mandaban balones cada vez que tenían oportunidad. Cualquier jugada a balón parado ponía el corazón en un puño a los españoles, pero tanto Casillas como los defensas –mención destacada para un Sergio Ramos que se creció en los momentos finales– mostraron una enorme concentración.
España dominó en la prórroga, pero el agotamiento de Villa fue decisivo. El Guaje controló mal en su mejor ocasión y se mostró impreciso en las demás. Los penaltis decidirían, y ahí, el héroe fue Casillas. El portero detuvo dos lanzamientos y Cesc despachó a Italia en el quinto lanzamiento, para el que Donadoni había reservado a un Alessandro del Piero que se hubo de conformar con jugar tan sólo diez minutos.
Tanda de penaltis: Villa (gol), Grosso (gol), Cazorla (gol), De Rossi (falla), Senna (gol), Camoranesi (gol), Güiza (falla), Di Natale (falla) y Cesc (gol)