AUSTRIA Y SUIZA ACOGEN LA MÁXIMA COMPETICIÓN EUROPEA DE SELECCIONES
Eurocopa, el sueño de los países modestos
A punto de cumplir medio siglo de antigüedad, la Eurocopa ha consagrado a lo largo de su existencia a Alemania, poseedora de tres títulos, como el equipo más dominador. Sin embargo, en el torneo siempre ha habido oportunidad para que los equipos modestos gozaran de su momento de gloria. Los triunfos de la antigua Checoslovaquia, Dinamarca y Grecia lo evidencian. España, hasta el momento, cuenta con un solo laurel, aunque puede sentirse orgullosa, pues todo un histórico como Inglaterra nunca lo ha conseguido.
Por Alejandro G. Nieto Fotos: www.uefa.com
La sorprendente selección griega es la defensora del título, que logró en Portugal 2004 | La máxima competición entre selecciones europeas nació en la mente de Henry Delaunay, un dirigente del fútbol francés que ya había participado en la creación de la Copa del Mundo. Delaunay, secretario general de la UEFA, nunca pudo ver su sueño de un torneo continental cumplido. Sin embargo, su hijo Pierre se encargó de acabar el proyecto que su padre había empezado. En 1957, dos años después de la muerte de su promotor, la UEFA aprobó la disputa del primer torneo en 1960. En honor a su creador, se le nombró Copa Henry Delaunay.
17 selecciones participaron en esta primera edición. No obstante, la fase final, celebrada en Francia para honrar a Delaunay, sólo la disputaron cuatro equipos; un número que no se incrementó hasta 1980. Nacido en una época turbia, marcada por la tensión de la Guerra Fría y las numerosas dictaduras que se extendían en el continente, el torneo no estuvo exento de la influencia del poder político en sus primeras ediciones. La primera campeona fue la Unión Soviética. Pero la URSS se alzó con el título gracias a que Francisco Franco le allanó el camino. España debía enfrentarse a los soviéticos, pero el caudillo prohibió a los jugadores viajar al país comunista y la selección quedó eliminada.
En aquel torneo inaugural, el portero ruso Lev Yashin, conocido como la Araña Negra, abrió una larga lista de leyendas forjadas a base de calidad en este torneo. Su actuación permitió a su equipo imponerse a Yugoslavia y le coronó como el mejor portero del mundo. “Abría los brazos y dejabas de ver la portería”, comentaba sobre él Francisco Gento, entonces jugador de la selección española.
España sumó su único título en 1964, en el estadio de Chamartín | ÚNICO TÍTULO PARA ESPAÑA
La siguiente edición se celebró en España y la política volvió a estar presente. La URSS acudió a defender su trofeo, pero otros países, como la Alemania Occidental, se negaron. Además, Grecia también se retiró de la contienda cuando el sorteo decidió que debía enfrentarse a Albania, enemigo de los helenos en una guerra que duró 50 años. El destino quiso también que la final la protagonizaran soviéticos y españoles, cuatro años después del enfrentamiento que nunca llegaron a disputar. Un gol de Marcelino Martínez en el ocaso del choque otorgó a España el que es, hasta el momento, su único título internacional. La prima por ganar fue de 75.000 pesetas.
A partir de 1968 el torneo se comenzó a denominar como Eurocopa. Las siguientes ediciones vieron la consagración de grandes porteros, como el italiano Dino Zoff y el ruso Evgeny Rudakov, y la aparición de grandes matadores del área, como el transalpino Luigi Riva y el alemán Gerd Torpedo Müller. Ambos llevaron a sus respectivas selecciones a inaugurar su palmarés continental. Italia se impuso en 1968, como local, al derrotar en la final a Yugoslavia. La República Federal Alemana, en tanto, alcanzó la gloria en la edición 1972, celebrada en Bélgica, en la que doblegó a la URSS.
Los 70 habían coronado a Alemania y Holanda como las dos mayores potencias del momento. Sin embargo, ambos sucumbieron ante una sorprendente Checoslovaquia, que dejó fuera a la Naranja Mecánica en semifinales y, después, en la final, tocó el cielo con una genialidad de Antonín Panenka. En la tanda de penaltis, el centrocampista checo sorprendió al guardameta Sepp Maier con un lanzamiento sutil: con un toque leve, bombeado y centrado, alojó el balón en las mallas y creó lo que desde entonces se denomina penalti al estilo Panenka. Pero el rocoso equipo alemán, que basaba su poderío en un físico inigualable, se desquitó en Bélgica 1980, primer torneo en el que la fase final contó con ocho equipos.
Dinamarca es uno de los equipos modestos que ha alcanzado la gloria en la Eurocopa | EL FALLO DE ARCONADA, DECISIVO
La Eurocopa de 1984 permanece en la retina del aficionado español. En ella, el combinado nacional, que se había clasificado gracias a la legendaria goleada (12-1) a Malta, tuvo la oportunidad de llevar la segunda copa a sus vitrinas. Sin embargo, contra la anfitriona, la Francia de Michel Platini, un histórico error del meta Luis Miguel Arconada –un lanzamiento de falta se le coló entre los brazos cuando tenía el balón prácticamente agarrado– condenó a España y dio a los galos su primer laurel.
Las siguientes ediciones encumbraron a dos selecciones amantes del fútbol preciosista, ofensivo y técnico. Holanda, que había estado presente en varias finales europeas y mundiales, logró al fin un título internacional al imponerse a la URSS, en Alemania, liderada por Ruud Gullit y Marco van Basten. Cuatro años después, en Suecia ’92, la Dinamarca de Michael Laudrup, que llegó al torneo como invitada tras la retirada de Yugoslavia, sorprendió a todos al hacerse con el triunfo. En la final, Alemania sucumbió ante la gran actuación del portero Peter Schmeichel.
El francés Henry Delaunay fue el precursor de la Copa Europea de Naciones | LOS CUARTOS DE FINAL, UN ‘CALVARIO’
En Inglaterra, en 1996, se celebró la primera Eurocopa con el modelo actual, en el que 16 selecciones compiten en la fase final. La República Checa fue la gran revelación de un torneo que fue cruel con España, apeada en cuartos de final por Inglaterra en la tanda de penaltis. Los checos alcanzaron la final, pero en ella sucumbieron ante una Alemania muy defensiva, que sumó el primer título decidido gracias a un gol de oro, el tercero en sus vitrinas. El tanto lo marcó el delantero Oliver Bierhoff.
Bélgica y Holanda acogieron la primera Eurocopa de organización conjunta. En ella, la campeona del mundo, Francia, era la gran favorita y cumplió con los pronósticos. Tras deshacerse de España de nuevo en cuartos de final y de nuevo por culpa de un error en un penalti, el de Raúl González, los galos se midieron a Italia por el título. Con Zinedine Zidane al mando, les bleus se impusieron gracias a otro gol de oro, el conseguido en la prórroga por David Trezeguet. Así, sumaron su segunda corona continental y se situaron como la segunda nación más laureada del torneo.
La Eurocopa de Portugal, en 2004, vivió el triunfo de uno de los equipos más modestos del torneo. Grecia, con un juego rocoso y una alta efectividad en el remate, en especial en las jugadas a balón parado, derrotó a la anfitriona en la final y desató la locura en el país heleno. Precisamente, griegos y portugueses habían dejado fuera en la fase de grupos a una decepcionante España, que sumó un nuevo fracaso internacional. Acostumbrado a partir entre los favoritos, el combinado nacional suma un único título y ansía la llegada del segundo. En Austria y Suiza 2008 tendrán una nueva oportunidad de lograrlo.
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