Actores: Eric Bana, Geoffrey Rush, Daniel Craig, Mathieu Kassovitz
Género: Drama
Duración: 167 minutos
País: EE.UU.
Año: XXII
Munich. Verano de 1972. Se celebran los Juegos Olímpicos en Munich. Una esperanza de paz y concordia entre los bloques internacionales en un mundo donde la Guerra Fría tiene uno de sus momentos más conflictivos materializados en la guerra de Vietnam. Una banda terrorista desconocida, Septiembre Negro, secuestra y asesina a 11 atletas israelíes en la Villa Olímpica. En un instante, la esperanza se rompe en pedazos y se convierte en miedo e incertidumbre. El Gobierno de Israel quiere venganza, quiere a 11 palestinos muertos y quiere hacerlo en silencio.
Una orden que parte de lo más alto llega hasta Avner, un joven agente del Mossad que está a punto de ser padre. Él acepta ser el jefe de un equipo de cinco hombres que a partir de ese momento será invisible y autónomo. Su misión será recorrer Europa asesinando a líderes terroristas árabes en un ejemplar uso del ojo por ojo, diente por diente. A la vez que estos hombres van cometiendo sus crímenes en el nombre de su país y su religión, sucede en ellos el proceso de ver crecer sus dudas y deshumanizarse.
El Spielberg más comercial de su existencia vuelve a ser un director arriesgado con Munich, aunque lo sea sólo por el tema elegido. Aunque el americano siempre ha afirmado hacer el cine que le apetece ver como espectador, últimamente se decantaba más por las palomitas. La guerra de los mundos, La terminal, Atrápame si puedes y Minority report fueron productos de puro entretenimiento, algunos con mejor o peor resultado o de mayor o menor profundidad. A mediados de los noventa tuvo su etapa más seria con tres filmes históricos: la excepcional La lista de Schindler, la decepcionante Amistad y la ambiciosa Salvar al soldado Ryan. Spielberg vuelve por esos derroteros con otro hecho histórico muy cargado de polémica y no confirmado oficialmente. Precisamente las mayores críticas le llegan desde Israel -lo que no dice mucho a favor de ciertos políticos del país-, que le acusa de igualar a terroristas árabes y asesinos hebreos, y lo hace cuando el americano se encuentra cada vez más asentado en su faceta como creyente judío.
Además de su habitual equipo de colaboradores -Januzs Kaminksy, Michael Kahn, Kathleen Kennedy, John Williams...- Steven Spierlberg recupera su costumbre, perdida últimamente, de trabajar con actores de segunda fila y en proceso de consagración. Protagoniza Eric Bana, visto en Hulk y Black Hawk derribado, como el líder del grupo, Avner. Su jefe, y este sí es un peso pesado, es Geoffrey Rush, nominado a dos Oscar y ganador de uno. Le acompañan en el equipo un grupo bastante heterogéneo de actores: Daniel Craig, ya investido James Bond y ya criticado por este hecho; el francés Mathieu Kassovitz, director de cine e inolvidable Nino en Amelie; Ciaran Hinds, actor en Tomb Raider, Camino a la perdición y Verónica Guerin, y Hanns Zischler, aparecido en Amén y Caminar sobre las aguas.