UCRANIA
Poroshenko toma posesión como nuevo presidente de Ucrania
François Hollande recibe a Vladimir Putin en París (©foto: República de Francia)
Por Selene Pisabarro2 min
Internacional07-06-2014
Un mes después de ser elegido presidente de Ucrania, Petro Poroshenko ha afirmado durante su discurso de toma de posesión del cargo, que Crimea pertenece a Ucrania y que seguirá siendo ucraniana. También ha garantizado a los militares que abandonen las armas y les ha asegurado amnistía para poder llegar a un acuerdo de paz.
El recién electo presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ha tomado posesión de su cargo ante el Parlamento este sábado tras su victoria en las elecciones del pasado mes. Con el respaldo occidental pero con una relación con Rusia que está en la cuerda floja, ha afirmado rotundamente que no quiere que haya venganzas ni guerra, solamente paz. También, ha llamado a los separatistas a que abandonen las armas y les ha prometido que les garantizará la amnistía. Desde el primer momento, ha advertido de que busca una Ucrania unificada que se integre en la Unión Europea aunque no se ha olvidado de la población rusófona que vive en muchas regiones del este, a la que le ha garantizado más competencias de Gobierno. Precisamente, pretende emprender un proceso de descentralización estatal aunque sin llegar al modelo de Putin. Ha aclarado que su intención es firmar en un corto plazo de tiempo un acuerdo económico de asociación con la Unión Europea para poderse integrar en un futuro. Poroshenko, de 48 años, es el quinto presidente del país y ha declarado que mantiene su compromiso de que Ucrania permanezca íntegra. A pesar de que hace casi tres meses Crimea decidió mediante un referéndum su autodeterminación, ha afirmado que “ha sido, es y será” parte de Ucrania. Durante los dos primeros meses de este año, se produjo en las calles ucranianas una revuelta conocida como “Euromaidán”. Finalmente, el 18 de marzo, Rusia se anexionó la península ucraniana -que le había pertenecido hasta 1954- tras las protestas que derrocaron al anterior presidente, Viktor Yanukovich. Sin embargo, por una parte, las fuerzas políticas internacionales no reconocieron el resultado del referéndum por considerarlo ilegal. Estados Unidos sentenció que era imposible celebrar una consulta bajo la violencia y la intimidación, además de que era contraria a la Constitución ucraniana. Desde la Unión Europea también anunciaron que no iban a darlo por válido puesto que violaba la ley internacional. Incluso la ONU advirtió de que iba contra la integridad de Ucrania. Por otra parte, Rusia apoyó el referéndum puesto que el kremlin opinaba que es un derecho de Crimea a elegir la autodeterminación. Inmediatamente, el este de Ucrania imitó a Crimea. El pasado 11 de mayo, la población de Donetsk y de Lugansk acudió a las urnas para elegir sobre la autodeterminación. Aunque el resultado era previsible desde el momento de la convocatoria, muchos apuntan a que existió fraude en las votaciones ya que los organizadores eran prorrusos. Un abrumador 90 por ciento (frente al casi 97 por ciento de Crimea) votó a favor de la autodeterminación. De nuevo, la comunidad internacional rechazó el resultado. La diferencia entre ambos territorios es palpable: Donetsk y Lugansk suponen alrededor del 20 por ciento del PIB de Ucrania mientras que Crimea solo el 3,7 por ciento. Además, las dos primeras generan un tercio de la producción industrial y el sector minero recibe altas cantidades de dinero procedentes de Kiev.