CINE
La solución a la crisis está cerca
Por Rita Casdelo 2 min
Espectáculos09-11-2013
El debate está abierto. A principios de octubre, el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, afirmó que el problema del cine español era la calidad pero, pocos días después, los ciudadanos acudieron en masa a las salas para disfrutar de las películas y, sobre todo de las españolas, que coparon los puestos altos de la lista de recaudaciones. Aunque no sea el problema que Montoro creía, el cine está viviendo un momento muy duro, a pesar de que entre 1996 y 2011 las producciones nacionales aumentaron de 66 a 151.
Lo que parece algo positivo, si se analiza detalladamente no lo es. A pesar del aumento en el número de producciones, en 2012 se han estrenado 29 películas españolas menos que el año anterior, pero cinco más de producción extranjera. Frente a ello el cine español gusta, o eso muestras los datos de recaudación que, en solo un año, se han recaudado 20 millones de euros más, además de un aumento de tres millones de espectadores. Pero como no es oro todo lo que reluce, las salas siguen cerrando y en un año han sido 35 el número de cines (41 pantallas) que han tenido que cerrar su puertas y, cada vez más las salas que ven como se acerca esa amenaza. Los datos no son más que eso pero desde dentro, aunque la situación se ve negra, se confía en una mejora. Las productoras y la Academia de Cine insisten en que este sistema de financiación no funciona, pero tampoco dan nuevas opciones, simplemente reconocen que es un problema que se tendría que haber visto mucho antes. Ahora es tarde, ya que ni hay financiación ni nadie se atreve a arriesgar. Patxi Amezcua, director de Séptimo, se atreve a dar varias claves: agudizar el ingenio, buscar los mejores proyectos y que se puedan financiar a nivel internacional, “porque si no hay dinero aquí, hay que buscarlo fuera”, reconoce. Pero no solo él, actrices como María Valverde, Elena Furiase o Belén Rueda ven en el futuro del cine un lugar para las buenas historias a pesar de la falta de dinero ya que, como coinciden las tres, lo que no falta es la pasión por el cine. Otro actor que se suma a esta visión es el argentino Ricardo Darín, que reconoce que "el problema del cine español tendrá solución a corto plazo" porque aunque "las cosas duelen, los países no son empresas que puedan cerrar". Una visión optimista que deja ver ya la luz, a pesar de los problemas que la industria del cine está viviendo en España. Como afirma Elena Furiase: “El barco no se va a hundir, todavía falta mucho”.