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ROJO SOBRE GRIS

Cambia el modelo

Fotografía
Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
Opinión08-07-2007

Todo sucedió la misma semana: la campaña de publicidad, la conversación y la sorpresa. En las marquesinas de la ciudad de Madrid apareció una campaña de publicidad en la que los modelos eran chicos o chicas con Síndrome de Down, en un plano medio, mirando de frente. La campaña llevaba por título “Cambia el modelo”. Me llamó la atención al frescura y naturalidad de los jóvenes, y comenté con algunas personas lo buena que me había parecido la idea dada la necesidad que esta sociedad tiene de dignificar la imagen de estas personas. Una amiga está embarazada. Conversando sobre su última cita en el ginecólogo, me hablaba horrorizada de la experiencia que había tenido. El médico pasó los primeros minutos de consulta llamando sin parar nerviosísimo a un teléfono para solicitar una ecografía que, según decía, era muy importante. Cuando por fin mi amiga logró que el ginecólogo le contara la importancia tremenda que le daba a aquella ecografía, descubrió con pavor que se trataba de una en la que se vería con bastante claridad si el bebé tenía o no Síndrome de Down. La tensión del médico era conseguir que la prueba se la hicieran antes del plazo legalmente previsto para abortar. - Verá, doctor, este niño va a nacer, con síndrome de down o sin él, así que no se preocupe. El médico, aturullado y bloqueado, no sabía como continuar aquella revisión de rutina. Según me contaba mi amiga, en el hospital le dijeron: es que ya no nacen niños con Síndrome de Down. Casi todas las parejas abortan. La sorpresa fue ese domingo. Comenzaba la misa, y el sacerdote que la celebraba, en una de las parroquias más concurridas de Madrid –el Buen Suceso- salía de la sacristía como siempre, sonriendo y recogido, seguro pero en clara presencia de Dios. Tras él, junto a él, absorto mirándole e intentando ser en todo como él, un niño: un niño con Síndrome de Down. Es el monaguillo. Fue una sorpresa y me recordó a un amigo que tiene una hermana autista. Siempre me ha dicho que ni sus amigos los super progres ni las ONGs que alardean de desarrolllo y de igualdad Norte Sur: la Iglesia Católica y sus ONGs –dice- son las que verdaderamente han estado siempre junto a su hermana y a su familia, ayudándola de verdad. Por si es de interés, el no es católico. Cambia el modelo. Rojo sobre gris a quienes nos suben a la palestra de la vida modelos de integridad. Lejos quedan las falsas apariencias de felicidad, igualdad, cultura y tolerancia de este fin de semana en las calles de Madrid por parte de quienes convierten cualquier ocasión en el momento de atacar a la Iglesia, acusándola de falsas intransigencias e hipocresía infundada. Cerca, muy cerca, la realidad de hombres y mujeres que, con el ejemplo, no señalan dónde reside y se funda la dignidad.