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CRISIS EN CÁDIZ

El fabricante de motores Delphi cerrará su planta de Puerto Real

Por Beatriz Pérez MoránTiempo de lectura2 min
Economía23-02-2007

El anuncio del cierre de la planta de Delphi en Puerto Real (Cádiz) ha dejado al descubierto la difícil situación de la empresa. La compañía, en suspensión de pagos desde el pasado mes de noviembre, ha comunicado a los representantes sindicales que, tras un exhaustivo análisis de la situación financiera, legal y de negocio, y después de intentar encontrar otras alternativas, se ve obligada a proceder al cierre de la planta.

Esta decisión se debe a la nueva estrategia llevada a cabo por Delphi, que pretende hacer una división de sus productos de forma que los “rentables y con futuro” se queden en la casa matriz y aquellos que no cumplan esos requisitos y “no interesen” queden en manos de un socio -a través de una venta o alianza- o directamente se eliminen. En este último apartado se incluyen amortiguadores, direcciones y rodamientos, precisamente los elementos que se elaboran en Puerto Real. Además, la empresa señala que la planta de Puerto Real ha incurrido en pérdidas operativas significativas durante los últimos cinco años por un importe total de 150 millones de euros. Por ello, la compañía justifica que no ha podido ser incluida en la venta a nivel mundial del negocio de direcciones. El cierre de la planta dejaría en muy mal lugar a la provincia de Cádiz ya que, a los casi 1.600 empleados de la empresa que perderían su trabajo, habría que sumar otros 1.300 trabajadores de empresas auxiliares que sufrirán sus consecuencias. Además, Cádiz ya se sitúa entre una de las provincias con más paro de España. Estupor en el Gobierno central, en la Junta y entre los trabajadores El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, ha exigido a la empresa estadounidense que explique “en detalle” sus planes y proyectos sobre el cierre de la planta de Puerto Real, con el fin de encontrar una solución que permita “minimizar los daños” de esta medida. La Junta de Andalucía no da crédito a lo ocurrido, ya que la empresa estaría obligada a continuar su producción hasta el 2010 según los acuerdos por los cuales Delphi se comprometía a continuar su actividad a cambio de una serie de subvenciones. Se trata de una decisión “absolutamente ilegal”, según el consejero de Presidencia de Andalucía, Gaspar Zarrías, que ha prometido que el Gobierno andaluz para a poner todos los medios a su alcance para que Delphi “cumpla con sus obligaciones y con la ley vigente en España, por muy internacional y por muy norteamericana que sea”. Los empleados de Delphi pasaron su primera noche en la fábrica de Puerto Real el pasado jueves para evitar quedarse “con la puerta cerrada”, según el comité de empresa. Pero el malestar no sólo se dirige hacia Delphi sino también hacia la Junta, ya que los empleados critican la pasividad de ésta por la falta de novedades y a la empresa por cerrar tras recibir ayudas durante una década. La consternación de los trabajadores aumenta cada día, puesto que al cierre de la planta de Delphi se podría sumar el fin de la fábrica de EADS, filial de Airbus, posibilidad recurrente por la crisis de la empresa naval. Para el portavoz de UGT sería “una catástrofe”, porque Delphi y la aeronáutica son la base económica de la localidad junto a los astilleros, “bastante mermados de por sí tras su última reconversión”.