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LATINOAMÉRICA

Argentina: superávit de pobreza

Por Raquel González VidalTiempo de lectura2 min
Economía02-02-2003

El Gobierno argentino ha hecho públicos dos datos referidos a superávits: el de la balanza comercial y el del índice de pobreza. El primero ha aumentado porque las importaciones han caído un 56 por ciento, es decir, se ha comprado menos al exterior. Esto ha provocado menor salida de efectivo y un incremento del consumo de los bienes nacionales, lo cual no es malo del todo.

Lo peor es que las exportaciones también se han reducido en un cinco por ciento y eso a pesar de que con la depreciación del peso éstas deberían haber aumentado, ya que los productos argentinos resultan ahora mucho más económicos para el exterior. Pero los precios internacionales también cayeron y eso ha mermado el efecto que los productos argentinos podían haber tenido en el mercado. Todos estos factores han provocado que el superávit comercial del 2002 haya resultado histórico para el país, con un total de 16.358 millones de dólares. El otro superávit también se mide numéricamente pero lo que esconden los porcentajes es mucho más nefasto. Se trata del índice de pobreza que arrastra Argentina. Cada estudio que se hace arroja una cifra mayor que la anterior y se prevé que la progresión siga como hasta ahora. El último sondeo, efectuado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), asegura que el 57,8 de los argentinos son pobres y de estos el 27,5 por ciento son indigentes. Gran parte de estos pobres provienen de la clase media argentina, a los que la crisis de su país les sumió en una situación en la que jamás supusieron que podrían verse. Con las ayudas que vienen del exterior se intenta dar salida a numerosos planes sociales. El último préstamo recibido por Argentina ha sido concedido por el Banco Mundial y ha ingresado en sus arcas 600 millones de dólares. Este dinero servirá para que se siga desarrollando el Plan Jefes de Hogar, que consiste en dar aproximadamente 45 dólares (menos de 8.000 pesetas) a las familias que tengan hijos menores de 18 años o personas discapacitadas. No se prevé que esta mini ayuda vaya a reducir los próximos estudios sobre la pobreza en el país latinoamericano.

Fotografía de Raquel González Vidal