Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE ESPAÑA

La última baza de Podemos

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España01-08-2016

Podemos ya no marca la agenda política y eso es noticia ya que venía sucediendo de forma regular desde hace dos años, concretamente desde que lograron poner la pica en Flandes con cinco eurodiputados en el Parlamento de Bruselas. Desde el 26J ya nadie baila al son que marca Pablo Iglesias. Eso se debe en principio a un periodo inicial de depresión tras las elecciones por el varapalo de no haber materializado siquiera el sorpasso que le garantizaban las encuestas. Después está la cruda realidad de asumir que el resultado de esos comicios convierte sus escaños en insuficientes para intentar nada. Pero menos tiene Ciudadanos y ahí están.

Algunos problemas con sus marcas satélite y escándalos como el de la asistenta de Echenique han hecho el resto. Pero el cambio entre el exceso de protagonismo de Podemos tras el 20D y el perfil bajo actual es tan evidente que invita a no descartar una estrategia política premeditada consistente en distanciarse, aunque sólo sea mediáticamente, del mercado persa en el que de nuevo se hallan las negociaciones para tener presidente en España.

Mantenerse ajeno de un proceso en el que, como le sucedió a Iglesias tras el 20D, más de uno podría salir quemado. No digamos si el estancamiento del proceso obliga a votar una tercera vez. El hastío podría llevar a los electores a abrazar opciones de ruptura como la que encarna Podemos, no necesariamente por la movilización de su electorado, sino por la incomparecencia del resto, simplemente cansados.

Y activar el discurso del miedo contra Podemos es mucho más difícil ahora que hace unos meses cuando se mostraban pujantes y amenazantes. La antipolítica puede expresarse de muchas formas y no es necesario hacerlo quemando contenedores o devorando tertulias televisivas en las que se anuncie el final del régimen bipartidista. La abstención, en parte, también es una forma de desconectarse y abrir la puerta a sorpresas.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio