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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Mujeres

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España13-04-2008

Una remodelación del Ejecutivo con muchas novedades. Sólo eso ha sido capaz de de eclipsar la guerra de sables al estilo Falcon Crest en la que ya ha entrado de lleno el PP. Una serie de intrigas e infidelidades con numerosos intereses en juego, barones aferrados a su cuota de poder, un patriarca venido a menos y sobre todo una mujer con aspiraciones de lideresa que parece no estar dispuesta a esperar… o sí. Pero las fechas han obligado a que sea ahora cuando Zapatero anuncie su nuevo equipo ministerial. El presidente ha querido hacer pedagogía de si mismo dando un giro de tuerca más a su forma de hacer política. Así, el resultado ha sido más dosis de buenrrollismo, juventud, sonrisas bonitas y muchas mujeres. Por primera vez en la historia habrá más ministras que ministros, por primera vez una mujer dirigirá las Fuerzas Armadas y, por si quedaba alguna duda, aparece un extravagante Ministerio de Igualdad cuyas competencias aun están por determinar. Esta es la prueba evidente de lo que, una vez más, de entrada supone una apuesta clara por la forma en detrimento del fondo y del contenido. Basta con ver el currículo y la trayectoria de alguna de las elegidas. Hacer hincapié en el sexo de los políticos podría ser un ejercicio de machismo si no fuese porque otros lo utilizan como arma política pero en el sentido inverso. Dijo alguien alguna vez que la igualdad plena se conseguirá cuando el número de mujeres tontas al frente de cargos de responsabilidad sea el mismo que el de hombres tontos. Con Magdalena Álvarez eso estuvo cerca de conseguirse, pero el ministro Bermejo lo dejó en eso, un intento. Lo cierto es que las mujeres están marcando la actualidad política desde las elecciones. Tanto en el Gobierno, donde ya son mayoría, como en el Partido Popular. Primero fue la niña de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, y ahora es Esperanza Aguirre, dispuesta a reventar la tarea de oposición de su partido escudándose en un falso debate ideológico que en realidad sólo es un debate de poder. Muchas cosas han cambiado desde aquella tarde en la que decenas de periodistas hacían guardia en la puerta de la sede del PP en la calle Génova. Habían pasado menos de 24 horas desde la última derrota electoral y Rajoy había convocado una rueda de prensa. La cosa olía a dimisión. Pero no fue así y el líder del PP anunció contra pronóstico que se atrevía con una tercera intentona. En ese momento, los micrófonos que aguardaban a la salida buscaron una reacción por encima de cualquier otra: Esperanza Aguirre. La pregunta era obligada. ¿Estudiará la posibilidad de presentarse al congreso de junio? “Uy no, eso sería un suicidio, todos estamos con Mariano”, dijo. En ese momento, la presidenta madrileña forzaba una sonrisa incómoda. Ahora su sonrisa es otra. Sabe que tiene la sartén por el mango. Sólo ella es capaz de dinamitar y dejar sin efecto cuatro años de oposición como ya se comprobó en el debate de investidura en el que se vio a un Rajoy desilusionado igual que su bancada. Ahora la pregunta obligada sigue siendo la misma, pero la respuesta ya ha cambiado. En caso de presentar candidatura en junio, Aguirre se enfrentaría a los barones del partido que han cerrado filas en torno al líder. Corre el riesgo de perder, quemarse y dar alas a un Rajoy reforzado. Por ello Aguirre tiene en sus manos una segunda opción mucho más efectiva. Consiste en seguir como hasta ahora, construyendo su alternativa a base de cuestionar y debilitar a Rajoy con cada declaración, con cada gesto. Tiene cuatro años por delante. Concretamente hasta la tercera derrota seguida tras la que buscará que al partido no le quede otra que rendirse a sus encantos de mujer. No obstante, al final, tanto a la una como a las otras, por sus obras las conoceremos, no por su sexo. Ese será sin duda el mejor Ministerio de la Igualdad.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio