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EE.UU.

La conmemoración del 11-S tampoco se libra de la polémica

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional16-09-2007

La tensión que envuelve a todo lo que tiene que ver con Iraq en Estados Unidos se palpó hasta en los homenajes que la población rindió a las víctimas de los atentados en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001. Las elecciones norteamericanas se acercan y, quien más y quien menos, trata de cobijarse a la sombra que más le conviene.

Lejos del aire sobrio y ceremonioso que adquirió la conmemoración de los ataques el año pasado, cuando el presidente George W. Bush leyó un discurso desde la Zona Cero del World Trade Center, los homenajes de este año dejaron entrever un ambiente tenso y caldeado por la pésima situación de Iraq. Bush y su cúpula guardaron un minuto de silencio a las 8:45 horas de la mañana del 11 de septiembre, el momento en el que el primer avión impactó contra las torres gemelas, en el jardín de la Casa Blanca, lejos de los familiares de las víctimas, que hacían lo propio en Nueva York. Allí, el ex alcalde Rudolf Giuliani homenajeaba a los caídos envuelto en críticas. ¿Debería un candidato republicano a la Presidencia de EE.UU. aprovechar una bolsa de votos como la que supone su gestión de las horas posteriores a los atentados y el dolor de las víctimas? Esa es la pregunta que se hacía el país sobre la presencia de Giuliani en la Zona Cero. Mientras, el actual alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, añadía más leña al fuego considerando que es hora de “pasar página, sin revoluciones”. El interés del regidor de la Gran Manzana de iniciar la renovación de la Zona Cero y levantar un nuevo edificio en el lugar donde se alzaban las Torres Gemelas latía detrás de sus palabras. Los familiares, que escucharon en un emocionado silencio la lectura de los 2.750 nombres de las víctimas de los atentados, evidentemente discrepan de los planes de Bloomberg, que tampoco tiene el apoyo de los trabajadores que colaboraron en las tareas de rescate de aquella fatídica mañana. Por contra, los bomberos y policías que allí estuvieron cerraron filas en torno al anterior alcalde y junto a él pasaron toda la ceremonia, mientras el país entero lee con preocupación las consecuencias dañinas para el organismo que sufre ahora toda persona que se introdujo entre la nube de polvo y los escombros para rescatar los cadáveres de las víctimas.

Fotografía de Miguel Martorell