ANÁLISIS DE ECONOMÍA
Compras a la italiana
Por Gema Diego2 min
Economía04-03-2007
Si algo nos ha demostrado la lucha por Endesa en su año y medio de vida –y, por el camino que vamos, no me cansaré de repetirlo- es su capacidad de sorprender, comparable tan sólo a las mejores series de suspense. Tras el fracaso-huida por la puerta de atrás de la bautizada como “solución española”, aquellos poderes interesados en no dejar caer el negocio de la electricidad en manos germanas han buscado un aliado también extranjero, aunque quizás más similar por sangre latina: la italiana Enel. Es decir, que de un día para otro E.ON ha tenido que cambiar el chip, relegar la persuasión hacia los accionistas y mirar hacia el desembarco venido del otro lado del Mediterráneo, porque ahora sus posibilidades de controlar Endesa sin molestias pasarán, a buen seguro, por conseguir las recién adquiridas participaciones de Enel o, como ya ha sugerido, por entrar en el capital de la italiana desde los mercados europeos. En todo caso, la fecha clave será la junta general de accionistas de Endesa del próximo 20 de marzo, a la que E.ON debe llegar con gran parte de los participantes a su favor si quiere impedir que la entente enemiga se salga con la suya. Mientras, la bolsa ya ha empezado a cansarse de estos juegos y ha perdido su alegría de los últimos meses. Paradójicamente, fuera de España no se producen tantos problemas en integraciones energéticas mestizas: Iberdrola está avanzando con paso firme y sin trabas hacia su entrada en Scottish Power. Pero a veces parece que en la España cañí los conflictos han de surgir hasta de debajo de las piedras, como el nuevo lunes al sol que, provocado por Delphi, ha despertado a toda la bahía de Cádiz. Por suerte, porque en asuntos como el de la telefonía móvil, surge la apatía en los momentos en los que toca movilizarse. Eso sí, protestar después por lo bajo y en corrillos se nos da la mar de bien.