La salida de un juego casi siempre va precedida de una gran expectación. Si además sumamos un acceso público a la fase Beta del testeo y gusta a los jugadores ya estamos hablando de que ese título será un éxito rotundo. Es lo que ha pasado recientemente con el último bombazo de Blizzard: Overwatch.
La compañía californiana, conocida por sagas épicas como StarCraft, Diablo o World of Warcraft (de la cual estrenan película este fin de semana), ha cogido los mejores ingredientes de los videojuegos actuales, les ha dado su toque mágico y lo ha proyectado en un mercado cada vez más extenso y competitivo.
¿Cuáles son las claves del éxito de Overwatch? Shooter en primera persona, multijugador online con apartado competitivo que empieza en junio, variedad de personajes con roles propios y, muy importante, recompensas que puedes adquirir con tu esfuerzo o pagando. No es de extrañar que muchos Youtubers hayan dedicado una lista de reproducción en exclusiva a este juego ya sea para enseñar sus mejores partidas o ver el contenido de sus cofres.
Sin embargo, un lanzamiento de semejante calibre no está exento de críticas e incluso protestas que alcanzan el absurdo. Por ejemplo, una de las poses de victoria de Tracer, uno de los muchos personajes femeninos dispuestos a dar guerra en este juego, fue criticada por algunos usuarios al considerarla sexista. Dicha postura muestra a la ágil campeona de espaldas al público y mirando por encima del hombro, dejando a la vista lo ceñido que le queda el traje a los glúteos.
Blizzard reaccionó ante las peticiones de los usuarios. Una vez más el poder de los fans se hizo patente y la compañía decidió retirar la pose y cambiarla por otra. Recuerdo leer aquella noticia pensando: “No me lo creo. ¿En serio Blizzard va a quitar una pose por una tontería así?“. Me hubiera gustado saber dónde estaba esta gente cuando había que criticar lo apretado que llevaba el traje Batman en Arkham Asylum o Snake en Metal Gear Solid 5, el estereotipo de cazarecompensas guaperas de Nathan Drake en Uncharted o, por qué no, la posibilidad de pasearse desnudo por la ciudad en Saints Row.
Sin embargo, el resultado de esta modificación no ha hecho mucha gracia a los detractores. Deberían estar contentos, pensaras. El caso es que la nueva pose vuelve a poner a Tracer de espaldas y en actitud de salto con una pierna extendida y otra flexionada. Esto desató otra oleada de críticas hasta que se ha demostrado que se trata de un guiño al estilo fotográfico pin up, tal y como muestra el usuario de twitter BooDooPerson.
La última protesta, para la cual piden firmas, es para quitar las armas de fuego del juego y hacerlo más familiar. ¿He mencionado el género shooter antes?... Quitar las armas de fuego a un shooter y cambiarlas por unicornios que escupen arcoíris sería fantástico y para toda la familia… pero queridos amigos esto es Overwatch y considero irrisoria esta iniciativa que a buen seguro no llegará a ninguna parte.
Estaría de acuerdo, como mucho, en aumentar la edad mínima del juego de 12 a 16 años. Es innegable que se trata de un juego fantástico y divertido, pero exige cierto nivel de experiencia para reaccionar ante situaciones frenéticas además de madurez para priorizar los objetivos y asumir correctamente el rol de cada personaje, ya que no todos están pensados para ser los killers del equipo.
No cabe duda, Overwatch llega para quedarse y ofrecerá a medida que avance nuevos mapas y personajes por los que, a diferencia de otros shooters, no habrá que pagar ni un maravedí (una fórmula que le sirve muy bien a Riot Games en Leage of Legends).
Os dejo con una de sus muchas cinemáticas y espero que me comentáis a por aquí o en la página de Facebook de Cargando Archivo qué opináis del juego o estas polémicas tan variopintas.