En televisión el periodista está muy expuesto. Los errores se iluminan con muchos focos y la equivocación parece sonar más grave a través de un micrófono abierto. Las redes sociales se hacen eco del desastre y las críticas están aseguradas.
Mariló Montero lo sabe bien y parece que lucha por estar en el podio de los errores y las erratas y por ser trending topic en Twitter. La presentadora de La Mañana de La 1 da la impresión de que sale a escena sin preparar los temas que va a tratar. Será esto más o menos acertado, pero el espectador percibe que ignora de lo que habla. Y es difícil ser considerado un buen profesional de la información si el televidente/oyente/lector aprecia que eres incapaz de callar y escuchar para así analizar y aprender y luego preguntar y contar.
Su último “salto al estrellato” ha sido de nuevo tratando el caso Asunta cuando la presentadora navarra se refería a una carta enviada por gente cercana a la menor asesinada. Montero comentaba que el escrito estaba firmado por “un tal Q.E.P.D." Así que, según ella, podría ser quizá de un Quique Eduardo Pérez Domínguez o de un Querubín Eliseo Prieto Díaz. Pero nada más lejos de la realidad. Era un simple Que en paz descanse. Otro error más de la presentadora, pero no el más grave.
En este caso, lo importante no es que Mariló Montero no sepa que son las siglas Q. E. P. D. porque está habituada a las clásicas D.E.P. o R.I.P. sino que lo realmente sorprendente es que antes de salir a plató o antes de hablar sobre ello – si es que llegó a última hora- no haya comprobado lo que esas siglas significan. Montero ha sabido coronarse así como la reina de las meteduras de pata puesto que no es la primera vez que comete errores de gran calado o que habla sobre temas sin filtro y sin calcular el tono y las posibles consecuencias de sus palabras.
Así, no es de extrañar que haya sido premiada en 2014 como la peor presentadora del año con el galardón Los Gerardo, concedidos por periodistas de la pequeña pantalla. Montero tiene una dilatada experiencia en medios, pero su profesionalidad se ha visto solapada por sus equivocaciones o salidas de tono. De hecho, para muchos espectadores resulta inexplicable que siga siendo presentadora de televisión en una cadena pública, pero tiene aún la audiencia mínima para que TVE la siga manteniendo en antena. Así que, algo tendrá…