Los últimos datos económicos publicados parecen confirmar que realmente España ha tocado fondo en su largo y penoso descenso al abismo económico. Pero una cosa es tocar fondo y otra muy diferente salir del túnel, objetivo éste que aún está mucho más lejos de lo que sería deseable. Conviene recordar que el consumo doméstico y el empleo son los últimos eslabones en activarse en la larga cadena de la recuperación económica. El gasto de los consumidores depende tanto de la renta disponible como de las expectativas de los ciudadanos y en este aspecto no se está haciendo absolutamente nada para mejorar la confianza de los consumidores. En cualquier caso, el mantra de la recuperación flota en el ambiente, lo indican las cifras de PIB divulgadas recientemente por el Banco de España e incluso hasta el balance de la EPA. Sin embargo, esta mejoría no es perceptible entre los consumidores y probablemente no lo sea en mucho tiempo. Ante la ausencia de referencias, los heraldos de la recuperación hacen patria del Ibex y su ascenso meteórico. A falta de riqueza real, crece la riqueza financiera, pero hasta esto es solo relativo.
En aproximadamente 15 meses, el Ibex ha subido casi un 70%, lo que, con toda seguridad, habrá hecho ricos a unos cuantos, siempre y cuando se haya sabido acertar con el valor y el momento (el Ibex está compuesto, casi siempre, por 35 empresas y no todas han subido por igual). La situación de los grandes números es indudablemente mejor que hace un año. Pero, en realidad, la cosa no va mucho más allá. Recientemente se ha celebrado el asalto del Ibex al nivel de los 10.000 puntos, un rango en el que el selectivo se movió con soltura durante todo el primer semestre de 2011, las cosas solo empezaron a complicarse de verdad a partir de julio de aquel año.
Por otra parte, nuestro índice está todavía a años luz de su máximo histórico: los 15.945,7 puntos de cierre que se registraron el 8 de noviembre de 2007. En concreto, la Bolsa aún tendría que mejorar un 65% para regresar a aquellos niveles. Quizá estemos pidiendo demasiado… Está bien, últimamente hay quien dice que España tiene las bases para convertirse en la Alemania del futuro. ¿Por qué no comparamos qué tal les ha ido al Dax de Fráncfort y al Ibex 35 durante los últimos 20 años? Bien, la respuesta ya se la pueden imaginar: la ganancia acumulada por el Ibex no está nada mal, un 165%; pero palidece frente a la del Dax, que es, atención, del 330%; es decir, exactamente el doble.
Las Bolsas suelen anticipar la recuperación. Es lógico, pues la renta variable es un juego de expectativas. Pero eso no significa que los mercados acierten siempre. La Bolsa, ni es racional, ni es exacta. España va mejor, pero el camino que queda por delante es larguísimo. Hay que estar preparados.
Fernando Martínez Badás
Licenciado en Periodismo
Máster en Periodismo de El País
Postgrado en Información Económica
Desde 2001, atento a lo que se cuece en los Mercados Financieros