No consta en los documentos de la antigua Grecia, pero confirmo con la seguridad de mi “intuición femenina” que las musas, esas hermosas diosas que velaban por la inspiración de músicos, poetas y todo ARTista en general, se agotaron de tener que estar asomándose sin descanso a los entornos más pintorescos de nuestra vida diaria. ¿No surgen las mejores ideas en la ducha, el transporte o adormilados frente a un café? Después de vagar sin paradero definitivo durante siglos, reclamaron por fin una posada (del latín pausare, “pausa”).
Así llega hasta nosotros la figura de los Museos, cuya etimología hace referencia a esa “Casa de las Musas” de la que hablábamos. Las nueve hermanas encontraron domicilio. Pero no dejaron de moverse. Euterpe enloquecía a los músicos con nuevas partituras que dejaba resonar en su cabeza, Terpsícore inspiraba nuevos giros y piruetas a bailarines, Urania defendía la astronomía como una de las ciencias más bellas. Susurraba los movimientos de las estrellas a hombres estudiosos mientras su hermana Erato empujaba a poetas a contar esas maravillas con sus versos. Y así hasta nueve. Artes y Ciencias con nombre de mujer.
En 1977, el ICOM creó el Día Internacional de los Museos para sensibilizar al público sobre su papel en el desarrollo de la sociedad. Cada 18 de mayo, los miles de hogares de estas musas abren sus puertas en Europa para celebrarlo. Los Museos se visten de gala. Llenos de objetos y curiosidades que en su día inspiraron al ser humano, mantienen su esencia e invierten, cada vez más, en su comunicación.
Google creó hace sólo un par de años Google Art Project. A través de esta herramienta podemos pasear por galerías de todo el mundo: ver las exposiciones digitalizadas de los Uffici en Florencia, el Met de Nueva York o el Tate Britain de Londres. El pasado 22 de marzo los periódicos se hacían eco de los nuevos museos españoles que se incorporaban al proyecto. Google Arts une arte y tecnología con el fin de popularizar el conocimiento y la belleza. Y si te entusiasma alguna obra, puedes incluso crear tu propia colección digital. “Se perdió en su propio museo”, que diría Indiana Jones de su desastroso compañero Marcus en La Última Cruzada. Ahora ya es posible.
Hace sólo un mes, el Matadero de Madrid y el Área de las Artes, Deportes y Turismo del Ayuntamiento reunían por primera vez a artistas e inversores: nacía el Zinc Shower. En el pasado, si un artista encontraba mecenas, ¡le cambiaba la vida! Que se lo digan a Goya con Carlos IV o a Rafael y el Papa León X. El arte necesita de pintores, mecenas, tecnología, comunicación…
“¿Un curso de arte en Twitter? Pues sí, nuestro director artístico, Guillermo Solana, se ha propuesto el reto: 140 obras en 140 caracteres. La historia de la pintura a través de las salas del Museo… ¡a golpe de tuit y con material inédito! ¿Te apuntas? Puedes seguirlo desde hoy y durante 10 días, a las 6 de la tarde, en @guillermosolana y @museothyssen con el hastag #Thyssen140”
Así presentaba su iniciativa el Museo en otra red social: Facebook.
La idea me ha parecido preciosa y la sigo desde que empezó. Las inquietudes son las mismas por mucho que pasen los años. Sólo los canales cambian. Facebook y Twitter permiten al mundo del arte y la cultura difundir sus palabras para que lleguen mucho más lejos que cuando los griegos se reunían en las plazas a discutir y esperaban ansiosos la inspiración fugaz de las diosas. Los nuevos canales te llevan más lejos, pero como dice Liniers, “hay cosas que no caben en 140 caracteres”. Me quedo con eso y con ganas de más.
Elena León
Titulada Superior en Márketing y Gestión Comercial por ESIC
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