"Alaska y otras historias de la movida", de Rafael Cervera, se preocupa por contar la historia de la Movida con la serenidad que concede el paso del tiempo. Cartografía ese movimiento cultural y social que llenó de vida y creación Madrid durante la década de los ochenta. Para cumplir tan resbaladiza tarea, escoge como cuentista suministradora de anécdotas y lucidez a Alaska. No es casualidad esta ayuda; la movida tuvo desde su nacimiento a una musa conocida como Alaska y llamada Olvido Gara. Aquella adolescente con mente y cuerpo de mujer convulsionó la recién llegada saciedad democrática con sus pelos coloreados, escotes generosos y trajes de cuero. Una chica con una estética muy chocante para la época. Y con unas ideas tan frescas como libres. Una niña rebelde que hablaba en sus canciones de sexo, insatisfacción, sucias y conmovedoras historias urbanas, pequeños sueños de los perdidos de la abundancia y divertidas crónicas de la vida sedienta y cotidiana en la gran ciudad. Esta nueva manera de sentir la realidad y contar los cambios en el mundo de la recién llegada ciudad española de la postmodernidad, encontraban la guinda en una abundante actividad fotográfica que retrataba a esa chica como la princesa portavoz de ese movimiento único, cargada de dolorosas contradicciones y tanta y tanta fantasía.
A través de su relato y recuerdos aparecen en este libro las historias más frenéticas y elocuentes de esa época de estallido nocturno; con mucha fiesta, drogas, alcohol, ansias de libertad y cierta facilidad para la música y arte contraculturales. Junto a Alaska, la movida creció en torno a un núcleo de genios con desigual facilidad para expresar talento. McNamara, Almodóvar o Berlanga son algunos de sus nombres propios.
Alaska rememora anécdotas sublimes que retratan el talento de muchos de esos jóvenes al tiempo que ilustran su abusivo consumo de alcohol, cocaína, cannabis y todo cuanto abriera las puertas de la percepción. Pero la movida fue mucho más que una fiesta desbocada y simultánea; representó un hito en las artes españoles. Creó una manera única de arte pop español, llena de comics, música, cine y cultura nocturna, llenando de vigor la noche madrileña con sitios donde se fusionaban conciertes a espuertas, cuadros y decoraciones iconoclastas y largas complicidades etílicas. Este libro trata, probablemente con acierto y hasta con autocrítica de contar lo que la Movida representó.