—¡Vas a ser mi ruina! —gritaba mientras descargaba cintarazos sobre los brazos con los que el muchacho se cubría la cabeza, para que la hebilla no le abriese una brecha—. ¡Eres un inútil! ¡Un verdadero inútil!
—¡No me pegue, padre! ¡La buscaré! ¡Iré a buscarla ahora mismo!
—¡No sirves para nada!
El hombre, jadeando por la rabia y el esfuerzo, dejó de golpear, agitó la correa y dijo:
—Si vuelves sin ella, te mato. ¡Juro que te mato!
Esta escena tan fuerte y tan triste es la escena inicial de la novela, El relojero de la Puerta del Sol , de Emilio Lara. Es la historia del creador de uno de los símbolos que invade todos los años la mayoría de las casas españolas, el reloj que nos muestra el comienzo de un nuevo año, el reloj de la Puerta del Sol.
El libro relata la historia de José Rodríguez Losada, un joven que vivió en la España de Fernando VII, un país que en ese momento estaba arruinado por las guerras y una tierra sin oportunidades para el protagonista. José Rodríguez Losada es un joven que nació en Iruela, León, en el siglo XIX. Durante los primeros años de su juventud se dedicó ayudar a su padre como pastor de ganado, pero tras perder una res y temiendo las consecuencias de su progenitor maltratador huye en busca de un nuevo futuro.
Nuestro protagonista recorrió España haciendo diferentes tipos de trabajos, en muchos casos difíciles, pero siempre mantiene un ansia tremenda por aprender. Finalmente, se une al ejército liberal y por ello se ve obligado a huir al exilio a Londres. Es en la capital inglesa donde empieza a trabajar como aprendiz de un relojero hasta convertirse en el dueño de la relojería en Regent Street. Además, Losada se convierte un artesano con fama internacional creando diferentes relojes de fama mundial.
Losada es un protagonista que enamora al lector por su entusiasmo y su lucha contra el destino. Él es un hombre que a pesar de las penalidades y peligros de su vida siempre tiene una buena actitud. Esta es la historia de un hombre que creía en sí mismo y que persiguió un sueño.
Emilio Lara trae una preciosa novela histórica, escrita de una manera asombrosa. El autor relata con perfección el mundo de una España rural y la de un país sumergido en la derrota. Además nos transporta a una Inglaterra donde la pobreza de las calles convive con la nobleza. Todos los acontecimientos fluyen de una manera entretenida que da ganas de seguir leyendo hasta terminar.
Esta novela es una historia apasionante y muy bien escrita. Todos los personajes están bien creados. Por otra parte, hay que destacar a los personajes secundarios que logran dar diferentes puntos de vistas a la historia, convirtiéndola en una novela que todos debería leer.