Se habla de esta obra como una metáfora de la posmodernidad y es que para muchos esta novela representa esa etapa de la literatura. Italo Calvino creó una nueva concepción del género novelesco. Al empezar la obra ya te advierten; Aleja de tu mente cualquier distracción, relájate y aíslate, estas a punto de empezar a leer una obra de Italo Calvino. Cubano de padres italianos desarrolló toda su etapa formativa y su carrera como escritor en Italia, abarcó desde el neorrealismo, las fábulas fantásticas, destacan sus novelas, cuentos y ensayos.
Cuando comienzas la novela, simplemente estás leyendo el último libro de Italo Calvino Si una noche de invierno un viajero. Pero entonces el lector no puede continuar, por un error de encuadernación. La búsqueda del ejemplar correcto lo conduce a Fuera del poblado de Malbork, que es el nombre de un capítulo, donde se encuentra con una lectora, Ludmilla, que tiene su mismo problema. Así, una serie de accidentes los lleva a descubrir fragmentos de diez historias diferentes, y ninguna de ellas llega a finalizar. En este proceso, el lector descubre una red de falsificación liderada por un hombre enamorado de Ludmilla. Luego, junto con otros lectores, descubren diferentes formas de lectura que el falsificador había intentado frustrar.
Por último, nuestro protagonista intercambia opiniones sobre la forma de leer con seis lectores que conoce en una biblioteca y llega a la conclusión de que un relato sólo tenía dos maneras de acabar y que el sentido último al que remiten todos los relatos tiene dos caras: la continuidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte.
Como el mismo autor dice de su obra: "Es una novela sobre el placer de leer novelas; el protagonista es el lector, que empieza diez veces a leer un libro que por vicisitudes ajenas a su voluntad no consigue acabar. Tuve que escribir, pues, el inicio de diez novelas de autores imaginarios, todos en cierto modo distintos de mí y distintos entre sí: una novela toda sospechas y sensaciones confusas; una toda sensaciones corpóreas y sanguíneas; una introspectiva y simbólica; una revolucionaria existencial; una cínico-brutal; una de manías obsesivas; una lógica y geométrica; una erótico-perversa; una telúrico-primordial; una apocalíptica alegorica. Más que identificarme con el autor de cada una de las diez novelas, traté de identificarme con el lector" Italo Calvino.
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