Él, Alejandro Cruz, es el típico chico malo de novela rosa, ¿Quién no ha oído hablar de él? guitarrista del grupo Malditos Bastardos, sus fans se cuentan por centenas, pero los únicos aliados con los que cuenta son las drogas y el alcohol, su hermano le ha dejado por imposible y los amigos reniegan de él. Cierto día tiene un accidente que le cuesta demasiado caro y va a parar a la clínica Dresler de desintoxicación. Allí la conocerá a ella, Miranda Porter, la típica chica buena de folletín, enfermera que pasará de ser su peor enemiga a algo muy diferente, solo que esta no siempre fue tan recta y formal, tuvo que lidiar con sus propios fantasmas para convertirse en quien es ahora.
Sin miedo a nada es la nueva novela de Anna Casanovas, promete altas dosis de pasión y erotismo y a unos protagonistas con los que será muy fácil identificarse. De entrada la historia tiene un cliché muy potente que la convertirá en blanco de malas críticas y es su argumento trillado. ¿Cuántas veces a lo largo de la narrativa se ha encontrado el lector con la típica historia del chico desnortado que por conocer a una joven de valores ejemplares se corrige, viviendo así los dos la mejor historia de amor de todos los tiempos? Casanovas se convertirá sin querer en la nueva discípula del fenómeno Moccia. Federico ya presentó en su día Tres metros sobre el cielo con ese Step y esa Babi que cautivaron el corazón de cada adolescente. ¿Esta autora tiene algo de diferente?
Si, Anna habla de los mismos perros con diferentes collares. Este libro trata de adultos, personas con los mismos problemas pero unos cuantos años más, ofrece una perspectiva madura e inédita de ese prototipo tan mascado y precisamente ahí reside su encanto, en ese cambio de enfoque que resulta esencial para que la fórmula triunfe. Su manera de escribir consigue que la audiencia se imagine el retrato perfecto de los protagonistas y los contextualice de forma inmejorable, sus miedos, alegrías, pensamientos, todo. El cambio de narrador de primera a tercera persona por capítulos es magistral. Ella da su punto de vista, el de él lo cuenta un narrador omnisciente, simbolizando que no tiene aún las fuerzas necesarias para tomar los mandos de su universo. Un lenguaje, adulto, sincero y directo, sin frases típicas ni finales predecibles, una narración tan fluida y cambiante como la vida real, todo un éxito en ciernes.
Esta escritora tiene el don de la variedad. Anteriormente ya sacó a la venta La hermandad del halcón, una saga histórica y la trilogía de Los hermanos Martí, contando las desventuras de una familia a la que, según dice ella misma, cogió tanto cariño, que llegó a confundir con la suya. Esta entrega es la primera de una sucesión que, sin duda, dará mucho que hablar, sin tapujos, ni ases en la manga, sentimientos a flor de piel que a ellas les encantará y a ellos les interesará o incluso, si son más sensibles, emocionará, una elección segura de entre todo la biblioteca.
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