La escritora extranjera Sarah Lark, quien ya se granjeó bastante fama en España gracias a su Trilogía de la Nube Blanca ambientada en Nueva Zelanda y compuesta por En el país de la nube blanca, La canción de los maoríes y El grito de la tierra, vuelve ahora con La isla de las mil fuentes, un relato maravilloso que transporta a todo aquel que se deje llevar a las tierras del Caribe, repletas de exotismo, belleza, tópicos desmontados, naturaleza y muchas ganas de vivir y contactar con esta tierra de fantasía.
Esta vez la protagonista es Nora, la hija de un rico comerciante londinense. Tras el fallecimiento de su primer amor, se casa por conveniencia con Elías, un viudo millonario propietario de las plantaciones de azúcar en la zona. Nora tenía por seguro que el vivir en Jamaica sería lo más cercano a pisar el paraíso. Nada más lejos de la realidad. A raíz del asalto a los campos de algodón, encabezado por esclavos rebeldes, la joven se verá pronto envuelta en una trama compleja que la mezclará con este mundo de discriminados y sometidos, al que perteneció su abuela Nanny en el pasado. Queda desvelado un secreto ancestral que acarreará muchas consecuencias. La señorita de buena familia desciende de sirvientes. Esto supone un gran shock para ella y un giro de 360 grados a su planteamiento existencial.
A lo largo de estas páginas el lector asistirá a la transformación de Nora, que poco a poco se redescubre a sí misma, entrando en contacto con las formas de vida, costumbres y creencias de sus antepasados y advirtiendo que su anciana abuela tiene, de algún modo, la llave de su felicidad. Ahora tendrá que decidir por sí misma sobre su futuro y se le presentará, sin que apenas se dé cuenta, una nueva oportunidad para encontrar el amor.
Lark se ha convertido, desde que entró en el panorama literario español, en uno de los principales referentes para otros profesionales del oficio. Es la creadora de las Landscape novels, donde se mezcla pasión, viajes, aventura y moralidad en una combinación encantadora que ya ha hecho las delicias de cientos de lectores en todo el mundo.
Resulta sencillo interactuar con sus personajes, disfrutar de cada texto como siendo parte activa del argumento. Literatura que puede recordar, salvando las distancias a largometrajes como Mogambo, La reina de África o incluso La misión, con esos parajes del Amazonas que invitar a refugiarse en su espacio virgen, pero que esconden más conflictos y crudeza de lo imaginable.
Por otro lado está el tema de la esclavitud, muy explotado últimamente pero siempre igual de efectivo. La lucha por la igualdad, la nobleza de hombres que buscan salir adelante por cualquier medio y misterios ancestrales con secretos inconfesables que vuelven el mundo del revés. Un argumento en ocasiones conmovedor, utópico, adictivo y, desde luego, altamente recomendable.
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