El prestigioso gestor de fondos y economista, Daniel Lacalle presenta a los lectores su libro Nosotros, los mercados, un completo texto sobre qué son y cómo funcionan esos a lo que llamamos “mercados” y que rara vez comprendemos. Lacalle propone soluciones a la crisis europea tras un detallado análisis con todas las claves para comenzar a entender el universo económico.
Los inversores y profesionales financieros no son los malos de esta película a la que llamamos crisis económica, o por lo menos así piensa el autor de este libro. Según sus palabras, ese ente al que llamamos “mercado” está formado por todos los ciudadanos, por sus ahorros y por sus inversiones; y son esos mismos profesionales en los que los ciudadanos confían para proteger y sacar mayor rentabilidad a su dinero. Por lo tanto, es lógico que una deuda con una prima de riesgo tan elevada como la española no atraiga a esos expertos que velan por la seguridad y estabilidad de los ahorros de sus clientes.
Como si de un gran supermercado se tratase, Lacalle expone las posiciones de compradores y vendedores de esa deuda que desde hace ya varios años acompaña a este y a otros muchos países. Para el autor son los propios estados los que han inducido esta situación, los causantes del derroche y el endeudamiento, y rechaza la idea de una dictadura de los mercados. Asimismo, critica la postura de aquellos políticos que solicitan que el crédito vuelva a fluir ya que esto sólo supondría un aumento de la deuda contraída y por consiguiente la peor de las consecuencias para los ciudadanos; subidas de impuestos, más recortes y un inexistente crecimiento económico. La idea de que el dinero es gratis es una completa y absoluta mentira que en ocasiones los mandatarios llegan a creerse.
En el caso concreto de España, Lacalle denomina al país como un país “drogadicto” ya que compartimos los mismos síntomas que este tipo de enfermos. En primer lugar, el país no se da cuenta del problema que tiene, no lo acepta porque cree que controla la situación. El segundo paso es pensar que siempre va a tener esa droga porque quien la suministra no va a dejar de hacerlo y el último es poder superar el problema a esa adicción y desengancharse, algo que nunca podrá conseguirse si se sigue pensando que no existe ningún problema.
Para Daniel Lacalle, experto financiero desde hace más de 20 años y gestor de fondos de inversión en La City londinense, la solución no es la reducción del déficit para la que tanta austeridad se está solicitando, sino la reducción de la deuda y eso inevitablemente pasa por realizar gastos.
Después de leer este libro el lector será mucho más crítico con todos los comentarios y noticias que le rodean. Los discursos de toda la clase política no tendrán ya el mismo valor, porque muchas de las incongruencias de sus redactados argumentos son ahora conocidas por todos. La estigmatización de aquellos a los que no ponemos rostro y que en muchas ocasiones han sido los que “han sacado las castañas del fuego” a los que ahora los tratan de malvados y severos debe formar parte del pasado. Sólo si se piensa en construir una economía sólida, con decisiones lógicas por parte de todos, el país conseguirá “desengancharse”.