En muy poco tiempo, una madre tendrá que arreglárselas como pueda para escapar con su hijo y esconderle en un lugar imposible de encontrarles. Al pequeño le persiguen porque quieren terminar con su vida y gracias a una llamada de teléfono los dos protagonistas podrán adelantar a sus asesinos, lo que no quiere decir es que tal vez no puedan salvarse.
Después de 17 años, unos adolescentes devoradores de novelas negras, sin proponérselo encontrarán la pista del asesino. Pero esto ya no será una aventura más entre líneas, sino que se introducirán en un suceso real y se verán enredados en la investigación de los crímenes y en la búsqueda de su propia identidad.
Así, de una cosa llevará a la otra y así sucesivamente hasta el punto de preguntarse porqué los crímenes conectan con una red de robos de recién nacidos en los hospitales y con un pasado lleno de secretos guardados en la caja fuerte de un banco de Suiza. Pero para dar con la clave de todo ello, sólo habrá una persona que tendrá el derecho a reclamar la llave.
Los jóvenes estarán apoyados en un escritor famoso que se encuentra en un hotel a pie de la playa y gracias a él y a sus lecturas podrán enfrentarse a las consecuencias de su terrible descubrimiento.
La novela dividida en dos partes; una la persecución de la madre con su hijo y la segunda es la investigación de una periodista que trata de sacar a la luz lo que ocurre en dicha persecución. Todo ello en un mundo de falsas apariencias donde el mal, la lealtad, la traición, el amor, la amistad, la ambición y el crimen se convierten en moneda de cambio.
El escritor de la obra, Luis Herrero es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Es autor de varios libros de investigación periodística como por ejemplo La muerte de Franco jamás contada escrito junto a Javier Figuero en 1985, De Fraga a Fraga con Carlos Dávila en 1988; Conde, el ángel caído en 1994; El ocaso del Régimen en 1995; Los que le llamábamos Adolfo en 2007 y En vida de Antonio Herrero en 2008.