Sonrisas y lágrimas en el Garden. Sonrisas para LeBron y los "nuevos" Cavaliers, que pasaron por encima de los Celtics sin que se notase que hubo hasta diez cambios de jugadores en el final de la fecha tope de traspasos. Y Lágrimas de emoción y alegría en la noche que Boston retiraba la camiseta de su icono de las últimas décadas, Paul Pierce. El resultado, 99-121, fue lo de menos para homenajear a 'The Truth'.
No fue la noche soñada para los orgullosos verdes, pero la izada de la camiseta de la gran estrella de Boston Paul Pierce dio algo de alegría a unos tristones Celtics. Y es que los de Massachusetts salían con todo para ganar: sin lesiones más allá de Hayward, con Monroe, en casa y con homenaje. En frente, la mayor incógnita de la NBA, los LeBrons y nueva compañía, con una racha negativa y envueltos en dudas.
Pero no se cumplió el pronóstico. La mayor competición de baloncesto del mundo tiene estas cosas, y más si en frente se encuentra 'King James'. El elegido encontró un nuevo equipo, hecho a medida, y no dio oportunidad alguna a unos despistados Celtics. Los de Brad Stevens no fueron convocados, o al menos no estaban centrados, porque la derrota por 99-121 se visualizaba desde los primeros compases del choque.
Si se puede afirmar que el mejor de los verdes fue el base suplente Terry Rozier con 21 puntos y 9 asistencias, la misma afirmación sirve de resumen. Irving se quedó en 18 puntos en su reencuentro con su ex equipo tras la espantada veraniega, y entre Horford, Brown y Rozier no llegaron a los 25 puntos. Con estos niveles de anotación difícilmente se puede ganar a un equipo contender.
Los de Cleveland hicieron todo lo contrario. LeBron rozó el triple-doble con 24 puntos, 10 asistencias y 8 rebotes, y no necesitó volver a la cancha en los tramos finales del partido. De los nuevos, Clarkson demostró su faceta anotadora con 17 tantos, Hood llegó a la quincena y George Hill se quedó en la docena. De los veteranos, J.R. Smith volvió a ser letal desde el triple y sus 15 puntos se unieron a la gran aportación de banquillo, donde Calderón solo pudo contar con tres minutos de juego.
La hora de 'La verdad'
Pese a la derrota, segunda consecutiva de los verdes, el público del equipo más laureado de la NBA pudo vivir su momento de felicidad en una emotiva ceremonia, donde el alero Paul Pierce vio como su camiseta se izaba junto a los diecisiete títulos de los "orgullosos verdes", evento que contó con la asistencia de todos sus compañeros que lograron el anillo de 2008 salvo el escolta Ray Allen. La ausencia del gran triplista malogró una imagen que sigue afectada por su marcha a los Heat de LeBron, considerada como una traición en Boston.
A pesar de ello, el momento no desmereció, y el número 34 colgará en el pabellón junto a los de Bill Russell, Larry Bird, Bob Cousy y John Havlicek entre otros, donde sus 21,8 puntos (para un total de 24.592) y 6 rebotes en sus 15 años como Celtics no desmerecerán ante tan buena compañía, donde ya descansa la elástica de un jugador que nació en Inglewood, California, creció soñando con ser un Lakers, lloró de tristeza al ser drafteado por Boston y aprendió a amar a una ciudad y una afición a la que devolvió la ilusión con un anillo en 2008. Como dijo el mítico Shaquille O’Neill: "él es la verdad". The Truth.
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