La peor pesadilla del futbol italiano se hace realidad. El conjunto transalpino no pudo superar la desventaja de un tanto conseguida por Suecia en la ida fue suficiente para los escandinavos y los azzurros, incapaces de marcar, vieron como el 0-0 les apeaba del Mundial por primera vez en sesenta años. El partido supuso también la triste despedida de Buffon y De Rossi.
Debacle italiana. Las lágrimas de Buffon al finalizar el encuentro lo decían todo ante el estrepitoso fracaso del todo un campeón del mundo que se queda fuera de una competición mundialista más de medio siglo después. En el peor escenario posible, un Giuseppe Meazza abarrotado, los Verratti, Bonucci y compañía consumaron la caída más dura de los transalpinos.
Italia salió en busca del gol que al menos le llevase a la prórroga, pero su esquema reservón y una Suecia encerrada atrás frustraron la hazaña local. El gran señalado por la eliminación ha sido el técnico de la escuadra latina. Ventura volvió a consagrarse a el 3-5-2 que cayó en la ida ante Suecia, y la falta de acierto condenó a su equipo.
Daniele De Rossi y el delantero Andrea Belotti fueron los sacrificados del partido anterior, pero Jorginho y por Manolo Gabbiadini no fueron la solución en el ataque que buscaba Ventura. Janne Andersson recompensó al autor del gol de la ida, Jacob Johansson, con la inclusión en el once titular.
El colegiado Mateu Lahoz fue uno de los protagonistas negativos, con fallos garrafales en ambas áreas. En el inicio del duelo, el sueco Ludwig Augustinsson derribó a Marco Parolo y cinco minutos después el italiano Matteo Darmian desvió un centro con la mano, ambos penaltis no pitados por el árbitro español. El marcador no se movió al descanso.
La reanudación fue más de lo mismo. Penalti no pitado a favor de Suecia y ocasión clara de Immobile, la mejor del choque, pero el gol no llegaba y el tiempo se acababa. Ventura sacaba a Stephan El Shaarawy y a Andrea Belotti para echar más pólvora al ataque local mientras los suecos se encerraba en su área a la espera del fin del encuentro.
La desesperación italiana se hacía patente en el banquillo. Ventura mandaba a calentar a De Rossi, y el centrocampista se negaba porque según él se necesitaba un delantero. Con el tiempo a punto de cumplirse los italianos colgaban balones sin criterio, pero el pitido final acababa con la pesadilla local. Italia se perderá el Mundial de Rusia, mientras Suecia vuelve a la mayor competición internacional de naciones tras dos entregas ausentes.
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