Ya lo predijo la buena de Serena Williams en la final de Wimbledon 2015. Aquella vez le tocaba perder a una Garbiñe que escuchaba, llena de pena y emoción, como una historia viva del tenis femenino la animaba a lograr lo que todos veíamos posible: ser la número 1 del mundo. Casi dos años después, tras lograr un Roland Garros y un Wimbledon, transformó el sueño en realidad.
El buen trabajo tiene sus frutos, y si además tienes talento innato el éxito llega pronto. No ha sido un camino de rosas y los cercanos a ella lo saben. Entrenamientos duros, derrotas, lesiones, enfados, cambios de entrenador, decepciones… lo que no te mata te hace más fuerte, y más fuerte que Garbiñe, ahora mismo, no hay nadie. La española, a sus 23 años, ha logrado lo que antes solo había conseguido para el tenis femenino español Arantxa Sánchez Vicario: ser la número uno del WTA.
Que lo iba a lograr estaba claro, pero la duda era cuando. Su pronta eliminación en el US Open en octavos dejaba su destino en manos de una Karolina Pliskova que se despide a finales de esta semana de lo más alto. La checa cayó eliminada este miércoles en los cuartos del US Open a manos de Coco Vandeweghe por 7-6(4) y 6-3 y entrega el cetro mundial a la tenista más en forma del año.
Muguruza lleva una temporada en la que ha ido de menos a más. Tras un inicio algo irregular lleva cosechados 2 títulos (Wimbledon y Cincinnati), lo que la permite acumular 6030 puntos y “robar” el puesto más alto de la clasificación femenina a Pliskova, que lo tenía desde el 17 de julio de este mismo año.
Si Federer no lo evita superando en una ronda más a Nadal los dos españoles, Rafa y Garbiñe, se situarán en lo más alto del tenis mundial a partir del lunes. Sería la primera vez que España consigue dominar la ATP y la WTA y es el segundo país que lo lograría tras Estados Unidos.
Muguruza, entrenada por Sam Sumyk, estrenará su posición de reina en la gira asiática que comienza en Tokio y finaliza en el masters de Singapur.
Garbiñe ha hecho historia y esto es solo un aperitivo de lo que puede llegar a partir de ahora. El tenis español está de dulce y debemos disfrutar de una situación que costará mucho volver a ver.
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