
Íker Casillas levanta el trofeo de campeón de la Supercopa de Europa (©foto: UEFA)
El partido comenzó sin ritmo, con la pelota predominantemente en los pies de los madridistas, y con el Sevilla algo agazapado para intentar salir con el cuchillo entre los dientes. En estas, la primera buena oportunidad tuvo que llegar de libre directo, pero afortunadamente para Alberto Bastos