El Giro de Lombardía cierra la Copa del Mundo y, después de los Mundiales, la temporada ciclista. Danilo di Luca se resarció de su pobre papel en la Vuelta a España, aunque Erik Zabel no pudo revalidar la corona conseguida en el 2000, que cedió al holandés Erik Dekker.
El recorrido entre Varese y Bérgamo fue el escenario de la 75 edición del Giro de Lombardía. Esta ha sido la última clásica de la temporada y tuvo como vencedor a Danilo Di Luca, del Cantina Tollo. El italiano se mantuvo en el pelotón durante casi toda la prueba pero cuando faltaban 30 kilómetros para el final decidió salir en busca de Giuliano Figueras (del Panaria), Michael Boogerd (del Rabobank) y Niklas Axelsson (del Domo). Cuando los alcanzó intentó dejarlos atrás y marcharse en solitario en busca de la meta, pero no pudo y hubo de conformarse con vencer al sprint a Figueras y Boogerd, pues Axelsson sufrió una caída. Óscar Freire, en su estreno con el flamante maillot arco iris conseguido en Lisboa, sólo pudo concluir vigésimo primero; así, el español mejor clasificado fue Paco Mancebo (de iBanesto.com), décimo. Freire deberá esperar al 2002 para conseguir el jersey de campeón de la Copa del Mundo, que recayó en el holandés del Rabobank Erik Dekker, que engrosa así su palmarés particular, que en la Copa del Mundo incluye la Clásica de San Sebastián del 2000 y la Amstel Gold Race de esta misma temporada. Este Giro de Lombardía finiquita la Copa del Mundo, que comenzó en marzo y también en Italia con la Milán-San Remo, una clásica que tuvo como vencedor al corredor de Telekom Erik Zabel. El alemán, vencedor de la Copa del Mundo del 2000, se adjudicó la Hew-Cyclassics de Hamburgo. El resto de clásicas contaron con triunfadores muy diversos, desde Gianluca Bortolami, vencedor del Tour de Flandes, hasta el reaparecido Richard Virenque (después de su sanción por dopaje) en la París-Tours. El holandés Servais Knaven, el suizo Oskar Camenzind, el francés Laurent Jalabert y el italiano Paolo Bettini obtuvieron también victorias en la París-Roubaix, La Lieja-Bastogne-Lieja, la Clásica de San Sebastián y el Gran Premio de Zúrich, respectivamente.
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